¿Por siempre joven?
Es difícil llegar a viejo sin una causa
Yo no quiero perecer como
un caballo marchito
Los años son como
diamantes en el sol
Y los diamantes son para siempre
Forever Young de Alphaville
De verdad que hemos creído que la juventud es para siempre, hay un empeño verdaderamente enfermizo por prolongar esa etapa de la vida a costa de lo que sea.
Hace días platicaba con amigas y el tema central eran los tratamientos para conservar la lozanía del rostro y la delgadez de los vientres. Todo giró en torno a la maravilla de los tintes sin amoniaco o peróxido, en el ácido hialurónico para borrar las huellas de la edad, en el bótox para desaparecer el cansancio, en lo buenos que son los tratamientos de cavitación para combatir los rollitos o rollotes que los años y el exceso de abrir la boca produjeron.
Está bien que queramos enfrentar al espejo con dignidad, pero obsesionarnos con las novedades del mercado cosmético no es sino el reflejo de qué tan vacías llegamos a cierta edad.
Querer tener la talla de tu hija adolescente, ponerte su ropa, utilizar sus expresiones, fingir que por ti no pasa el tiempo es como quitarle a la gota de agua el poder de horadar la roca.
En una búsqueda rápida en internet encuentro 526 mil sitios relacionados con 'tratamientos antiedad', luego reviso el tema 'cómo evitar el paso del tiempo' y encuentro 67 millones 500 mil referencias.
Se sabe también que el mercado de la cosmética en México representa más de 200 mil empleos y vale más de 14 mil millones de dólares.
Entiendo que ese culto a la juventud no es gratuito, obedece al lugar de privilegio que le hemos dado a la imagen, y esta a su vez responde a que somos, diría Sartori, 'Homo Videns', miembros de una sociedad teledirigida.
Sex and the city, Desperate Housewives son series que dicen por todos los códigos posibles: es obligación conservarte joven para seguir contando como ser humano, requieres además comprar zapatos y carteras caras, acudir a reuniones de amigas para beber y planear viajes o escapadas que te despabilen de la rutina, darte el permiso de tener sexo con quien quieras, e insisten en que la independencia económica es elemental para gozar de otros tipo de libertades.
Los guionistas y productores de las series de televisión están en todo su derecho de buscar a un público que se enganche con su propuesta, lo cual en este caso no resulta demasiado difícil, ya que se ha logrado el cometido de ver a la vejez como un padecimiento indeseable que aparta de la felicidad.
La tecnología ha contribuido para hacernos creer en la perfección del cuerpo y la belleza, un gran responsable de ello es el Photoshop o mejor conocido como el click mágico que concede el mayor deseo de cualquier mujer, verse bien aunque sea una fantasía. El Photoshop contribuye a elevar los estándares de belleza en cualquier edad.
La exageración a las que se llega en el empleo de esta herramienta de Adobe han suscitado casos como el protagonizado por una marca de cremas y maquillaje que escogió a Julia Roberts como su modelo, las 'composturas' hechas en el rostro de la artista fueron tan irreales que una parlamentaria acusó de excesivo retoque en las imágenes y en ello violación del código ético. Pasó lo mismo con las imágenes de Rachel Weisz y Natalie Portman.
A mí no me gusta decir mi edad, crecí con una madre a la que tampoco le gustaba, de pronto reconozco un sentimiento de pérdida cuando me percato de que el tiempo se ha quedado, no ha pasado, a pesar de ello, no estoy dispuesta a que la expresión de mi cara cambie, a convertirme en una caricatura de lo que fui, o a ridiculizarme saltando como niña en medio de un concierto o intentando contagiarme de juventud asistiendo a los antros y bares.
Prefiero verme como soy y como estoy para poder reconocerme y aceptar que todo tiene un tiempo y un momento, que las risas pasan la factura y que el cuerpo es un lienzo donde se han quedado escritas mis vivencias.
Sin duda quiero ser parte de ese veinte por ciento de mujeres mexicanas que aceptan su imagen y que no quieren ser por siempre jóvenes.
Twitter: @mpamanes