1. SENSIBILIDAD PRESIDENCIAL…
El horno no está para bollos, sino que arde. El Gobierno Federal parece por fin haber entendido las señales de humo o fuego, según se quiera ver. No son tiempos para emprender giras al extranjero cuando en el país y en lo que a asuntos domésticos respecta, crece la desesperación y encono en varios los frentes, particularmente tras lo ocurrido en Guerrero.
Y es que en plena crisis por la tragedia de Ayotzinapa, trascendió que el Ejecutivo Federal hizo la solicitud de ley correspondiente al Senado de la República, para viajar a Asia a mediados de noviembre. Sin embargo, horas después, la vicepresidencia de la Cámara Alta aclaró que alguien metió reversa, e informó de la decisión de Enrique Peña Nieto de aplazar su viaje.
Según supimos, el cambio de planes del Presidente obedece a la delicada situación y a las condiciones generalizadas de protesta que se viven en el país. Si bien es cierto que los asuntos de estado y las relaciones con la comunidad internacional no puede detenerse, aunado a que todos los órdenes del Gobierno precisan de seguir funcionando con la mayor normalidad posible, pensar en una gira al sudeste asiático en tan delicados momentos, enviaría la peor de las señales.
Es acertada, apela a un mínimo de sensatez y sentido común, la decisión de Enrique Peña Nieto de cancelar el viaje. Además, francamente, hay poco que presumir; basta con echarle una leída a los titulares de la prensa internacional.
En cuestión de meses, los medios pasaron de vitorear el afán reformista de la joven administración, y hoy hablan de un México donde mientras la corrupción no se ataque frontalmente, los cárteles del hampa sigan infiltrándose, y la miseria en la que viven millones de mexicanos continúe irresuelta, de poco servirá la narrativa triunfalista de la que con exasperante frecuencia, echan mano los políticos del país…
2. PEDIR DISCULPAS…
Mal endémico de nuestros días, la corrupción. En el marco de las "Conversaciones a Fondo" auspiciadas por el Fondo de Cultura Económica, el periodista León Krauze se salió del guión establecido -hablar de las reformas- e inquirió al Presidente de México, sobre el fenómeno. Es cultural, consideró el mandatario, saliéndose también…pero por la tangente. "Responder a una pregunta sobre corrupción apelando a "lo cultural" o cargar la solución a la reforma educativa es, de alguna manera, justificarla y aplazar la solución. Es, en el fondo, confundir lo folclórico con lo jodido", escribió Carlos Puig.
Y viene ello a colación precisamente porque en España y desde la tribuna del Senado, Mariano Rajoy pidió disculpas, perdón al país entero, debido a presuntos vínculos de políticos con la corrupción, en especial por los del partido gobernante al que pertenece. "En cualquier caso, lamento la situación creada, y en nombre del PP pido disculpas a los españoles por situar en puestos de los que no eran dignos a los que en apariencia han abusado de ellos", añadió.
De poco sirven las disculpas si no van de la mano de acciones contundentes como la aplicación de todo el peso de la ley para quien resulte responsable. ¿Llegará el día en que un presidente de México, sin importar el partido al que pertenezca, pida disculpas a la nación por la corrupción en el país?
Ojalá. Ya vamos de gane cuando León Krauze logró en una de los escasos encuentros presidenciales con la prensa, que Peña Nieto reconociera "que la corrupción es cultural".
Menos mal que eso ya quedó aclarado, caray….
Nos leemos en Twitter, sin lugar a dudas: @patoloquasto