
Satisfacción. El autor se mostró orgulloso de recibir el Premio Formentor.
Convencido de que no desea abandonar la escritura, sino todo lo contrario, el escritor español Enrique Vila-Matas recibió el sábado el Premio Formentor de las Letras 2014, en reconocimiento al conjunto de su obra literaria.
En un hotel de Formentor, la lengua de tierra más septentrional de Mallorca, el barcelonés agradeció el galardón con el discurso "Un paseo en la vida", en el que recordó que hace exactamente 50 años que visitó este sitio, con sus padres y hermanas, lloró al tener que irse.
"Lloré porque me sentía vivamente conmovido por tanta belleza y porque, por mucho que faltaran 12 veranos para conocerla, intuía que en la isla vivía Paula de Parma (su esposa)", expuso.
El escritor refirió: "Si escribir no me resulta difícil, me muero de aburrimiento. No lo haré pues, para burlar al tedio, pero también porque, a decir verdad, no estoy seguro de nada. O de casi nada. Confío en lo que narro, pero no tengo una absoluta desconfianza en mi lugar en el mundo".
En un acto en el que estuvo Silvia Lemus, la viuda del escritor mexicano Carlos Fuentes, quien obtuvo el Premio Formentor de las Letras en 2011, Vila-Matas apuntó que se acerca a lo literario desde la conciencia de que el mundo no es narrable, "pero eso sí, no dejo nunca de relatar".
Su discurso estuvo salpicado de menciones a autores como Rimbaud, Rainer Maria Rilke, Franz Kafka, Montaigne, Ricardo Piglia y Miguel de Cervantes.
Asimismo, expresó su satisfacción por el Premio Formentor de las Letras 2014. "Es un premio que es cada vez más conocido. El premio a Carlos Fuentes, en 2011, fue como el hilo argumental que conectaba con los años 60, cuando recibieron este galardón escritores de la talla de Samuel Beckett y Jorge Luis Borges", entre otros.