El centro, para el que trabaja Obokata, reconoció esta semana que su hallazgo sobre células madre publicado el pasado enero por la revista Nature contenía partes 'fraudulentas'. (ARCHIVO)
La doctora Haruko Obokata, responsable de un revolucionario estudio sobre células madre, calificó de "meras conjeturas" e "inadecuadas" las acusaciones de fraude y manipulación que ha recibido tras publicar su hallazgo.
El abogado de la investigadora, Hideo Miki, explicó que las acusaciones contra su clienta son "meras conjeturas" y que presentará un recurso la próxima semana contra un veredicto "inadecuado" del instituto nipón de investigación Riken.
El centro, para el que trabaja Obokata, reconoció esta semana que su hallazgo sobre células madre publicado el pasado enero por la revista Nature contenía partes "fraudulentas".
El estudio demostraba un método muy sencillo para reprogramar células adultas (sumergiéndolas en un ácido o aplicando presión sobre sus membranas) y obtener así células madre, con capacidad para transformarse en cualquier tejido.
Tras su publicación muchos investigadores comenzaron a denunciar el uso de imágenes duplicadas para documentar los artículos y la incapacidad para replicar los resultados del estudio.
El panel formado por Riken para investigar dichas alegaciones anunció el día 1 que dos conjuntos de imágenes utilizados en dichos artículos fueron o manipulados o modificados por la persona que lideró el estudio, la doctora Haruko Obokata.
"Obokata a tenido que hacer frente a acusaciones que no ha podido rebatir. La investigación se llevó a cabo basándose en conjeturas y con la conclusión decidida de manera previa", explicó el abogado que anunció que recurrirá el veredicto de Riken la próxima semana.
El comité del prestigioso centro de investigación criticó la metodología de Obokata pero declinó pronunciarse sobre si las células a las que hace referencia, llamadas STAP ("de pluripotencia adquirida mediante estímulo" por sus siglas en inglés) existen realmente o no.
El panel determinó también que otros tres coautores no cometieron ningún fraude, aunque subrayó que su responsabilidad es "grave" por no verificar la validez del material presentado en los artículos.