El poeta, político y diplomático mexicano Alfonso Cravioto, a 60 años de su muerte, que se cumplen hoy, es recordado como un estupendo orador y cultivador del arte.
El miembro del Ateneo de la Juventud, a través de su obra, se reveló como un autor original, que se aventuró a abordar diversos temas y a emplear formas métricas y rítmicas poco frecuentadas.
De acuerdo con el portal de Internet “prosamodernista.com”, Alfonso Cravioto Mejorada vino al mundo el 24 de enero de 1883 en Pachuca Hidalgo; sus padres fueron Laura Mejorada y el general Rafael Cravioto, gobernador de Hidalgo durante el gobierno de Porfirio Díaz (1830-1915).
Estudió en la escuela primaria Fuentes y Bravo y en el Instituto Científico y Literario (ICL), en su ciudad natal. Posteriormente se recibió de abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de México.
Fue miembro del Ateneo de la Juventud, junto con Antonio Caso (1883-1946), José Vasconcelos (1882-1959), Pedro Henríquez Ureña (1884- 1946) y Julio Torri (1889-1970), entre otros, señalan los datos del poeta publicados en el sitio web “biblioweb.tic.unam.mx”.
En esos años, el joven Alfonso se inició como líder estudiantil, al participar en el movimiento antirreeleccionista y además publicó una serie de artículos satíricos contra el gobierno de Porfirio Díaz, mismos que le valieron seis meses en prisión.
Con el triunfo del movimiento modernista, Cravioto ocupó diversos cargos públicos; fue diputado federal en la XXVI Legislatura como parte del grupo de Los renovadores (1911-1913); diputado en el Congreso Constituyente (1916-1917), y promotor del Artículo 123 constitucional.
Así como senador por el Estado de Hidalgo (1918-1922) y presidente del Senado en 1921. En su trabajo parlamentario se destacó como un gran orador.
Además fue secretario del Ayuntamiento de la Ciudad de México, director del Departamento de Estudios Universitarios del Consejo de Educación Superior; director general de Bellas Artes, oficial mayor y después subsecretario de la Secretaría de Educación Pública y Bellas Artes.
De 1925 a 1943 fue embajador en Guatemala, Chile, Bélgica, Cuba y Bolivia, y el 17 de agosto de 1938 fue electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, y de número el 21 de agosto de 1950, ocupando la silla número XVIII.
A lo largo de su trayectoria escribió una variada obra, que incluye los ensayos sobre los pintores “Eugenio Carriere” (1916) y “Germán Gedovius” (1916); los libros de poemas “El alma nueva de las cosas viejas” (1921) y “Cantos de Anáhuac”, y el texto “Aventuras intelectuales a través de los números” (1938).
Finalmente, el poeta, político y diplomático mexicano Alfonso Cravioto murió el 11 de septiembre de 1955, dejando inconclusa la obra “Repertorio metódico del lenguaje”, en la que utilizó más de 500 mil fichas.
