Agua. El desborde del Río Santa Catarina fue uno de los principales problemas para la ciudad.
Hace cinco años, el huracán "Alex" destruyó sus casas, causó la muerte de 15 personas en el estado y dejó daños económicos por unos 20 mil millones de pesos; en la actualidad, cientos de familias continúan viviendo a orillas de los ríos Santa Catarina y La Silla, donde han construido su patrimonio y no quieren dejarlo.
Incluso, algunas familias convirtieron las cíclicas reubicaciones en un pequeño negocio; con apoyo del gobierno, se mudan a zonas más seguras, luego venden sus nuevas casas y regresan a vivir a la zona de riesgo, denunciaron vecinos de la colonia Fidel Velázquez, de Cadereyta, ubicada a orillas del río Santa Catarina.
"Aquí el río se llevó todo con el 'Alex'; arrastró el tejaban y los muebles, pero lo volvimos a levantar", dice Brenda Guadalupe Gaona Izaguirre señalando su casita de madera que se levanta a 30 metros de la ribera sur del río.
"Perdimos el televisor, el estéreo, el comedor. El gobierno nos dio un bono de 10 mil pesos para recuperarlos, aunque el tejabán lo hicimos con un préstamo que consiguió mi suegra en su trabajo", dice la mujer de 25 años.
Señala que las autoridades les ofrecieron reubicación, "pero si agarrábamos el terreno nos advirtieron que iban a demoler lo que había quedado de un cuartito de material". Ahora se arrepiente de no haber aceptado, porque "mucha gente lo agarró, vendió y están viviendo otra vez aquí", explica.
Brenda recuerda que el primero de julio de 2010, cuando vieron crecer el nivel del Santa Catarina, cruzaron el puente hacia el lado norte para llevar a los niños con su abuela Consuelo Ponce, que vive en una parte alta. Los adultos regresaron y se refugiaron en una tienda Oxxo, que se localiza a unos 200 metros hacia el sur, "para que no les fueran a robar sus pertenencias".
Dos días después, al bajar el nivel del agua, caminaron a donde estaba su casa y la hallaron semisepultada por "más de un metro de tierra".
"Pero somos bien tercos y nos volvimos a venir para acá. Ya ve que ha habido tres reubicaciones; con el -huracán- 'Gilberto' se llevaron a las familias a la Salinas de Gortari, con el 'Emily' a la Fomerrey, mientras que con el 'Alex' allá por la Bellavista", dice Brenda y agrega, "pero toda esa gente es la misma que se regresó para acá otra vez, ya están fincando de nuevo".
Calcula que en la colonia Fidel Velázquez de Cadereyta hay unas 80 familias en situación de riesgo.
Consuelo Ponce tenía una casa de cinco cuartos de material "bien buenos" a unos 20 metros del río San Juan; los perdió con la creciente del huracán "Alex", después edificó un tejabán que renta a una de sus nietas.
Comenta que ha visto tres desbordamientos del río desde 1988 a la fecha y, aunque hubo más agua con el "Alex", porque fueron dos días de lluvia, el más desastroso fue el "Gilberto", porque las precipitaciones fueron más intensas, con éste, añadió, "vimos que la corriente llevaba muebles, ya después encontramos estufas, refrigeradores y hasta cuerpos humanos cubiertos por piedras y lodo", señaló.
ENRAIZADOS
Don Raymundo Moreno, de 73 años, platica que desde que nació vive a la orilla del río, donde ahora es la colonia Fidel Velázquez, y recuerda más de cinco huracanes, "pero el 'Alex' y el 'Gilberto' nos desmadraron".
Habita ahí desde que la zona estaba despoblada y se dedica a la cría de animales domésticos. "N'ombre cállate, el 'Alex' me llevó como 30 chivas y borregas, y eso que alcancé a llevarme mis animales más arriba".
A diferencia de sus otros vecinos que ocupan sus predios de manera irregular, aunque ya cuentan con servicios básicos de agua, luz y drenaje, Raymundo dice que tiene sus escrituras y paga el Predial. No está dispuesto a reubicarse porque ese terreno lo compró su padre y aunque el huracán lo afectó bastante "aquí estoy de nuevo".
En la Colonia 25 de Noviembre, "El Realito", municipio de Guadalupe, fue el río La Silla el que hace cinco años causó destrozos en decenas de viviendas; pero sus moradores reconstruyeron en el mismo sitio.
Desde hace 37 años, cuando se fundó la colonia, Justo González Lucio abrió un taller de soldadura a unos 10 metros del borde de contención que construyeron las autoridades para evitar los desbordamientos del cauce.
Recuerda que cuando azotó el "Alex" "yo me quedé arriba de la placa de la casa, que estaba un poco más arriba que el taller, el ruido de la corriente era ensordecedor, vi que el agua llevaba carros, camionetas y tumbó un sabino de 300 años en la otra orilla del río".
Sin embargo, confía que ya no pasará ese tipo de sustos, porque antes "el cauce estaba muy angostito, pero ya lo ampliaron y ahora que ha llovido ya no se ha desbordado.
Pedro Moreno y su hija Teresa también se resisten a salir de "El Realito", aunque el borde del río está a menos de 10 metros de su casa. Hace cinco años tuvieron que ir a un albergue y al regresar su casa todavía estaba, pero tenía más de un metro de lodo y el agua había subido como dos metros, según las marcos que hallaron en la pared.
Rechazaron la reubicación "porque nos dijeron que nos iban a mandar muy lejos; a Cadereyta y Escobedo. Nuestros hijos o esposos tienen trabajo aquí cerca, ganan poco, se les iba a ir todo en el camión", señala Teresa.
Actualmente en la colonia hay alrededor de 150 familias que estarían en riesgo de avenidas del citado afluente del Santa Catarina.