Contra la medida. El empresario busca la reapertura, por considerar que no hubo motivos para el cierre. (Ramón Sotomayor)
José Ángel Pérez Berrueto, propietario de la empresa Algodonera Zapata denunció que el Municipio clausuró el establecimiento sin motivos, al destacar que el incendio que supuestamente originó esa medida se presentó en un área pequeña, y no fue por la operación normal de la planta, sino por las obras de adecuación para atender las quejas de los vecinos.
Dijo también que ya se buscan los mecanismos legales para proceder en contra de esa determinación y tratar de mantener la fuente de empleo para 22 familias.
El pasado martes, dependencias municipales acordaron la clausura de la planta, luego de que ese mismo día se presentó un incendio mientras se hacían trabajos de soldadura, en un área menor de 40 metros cuadrados; el argumento fue que no se tenían las condiciones adecuadas para operar y que la empresa ya tenía acumuladas varias faltas o irregularidades.
La clausura se llevó a cabo pese a que la planta no estaba operando normalmente, sino que estaba suspendida mientras se hacían dichas adecuaciones, con el fin de dejar de emitir partículas de algodón a las viviendas del fraccionamiento San Patricio, ubicadas a un lado.
Pérez Berrueto dijo que en tres ocasiones anteriores, el Municipio le hizo llegar oficios de sanciones, dos por la emisión de partículas a la atmósfera y una más por la generación de ruido excesivo, pero sostuvo que en ninguno de los casos dichas notificaciones se hicieron acompañar de análisis a profundidad para sustentarlas.
En el caso de las emisiones de partículas a la atmósfera, ésta es una responsabilidad que compete a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), instancia que no intervino en el caso.
El Instituto de Ecología y Protección al Ambiente fundamentó las sanciones sólo con las fotografías que mostraron los vecinos del fraccionamiento San Patricio, que denotaban la presencia de basurilla de algodón en pisos y albercas, "pero esto no quiere decir que estemos fuera de norma", indicó el empresario.
En contraparte, la empresa contrató una tercería a cargo del Grupo Microanálisis, SA de CV, que indicó que el peso de partículas registradas fue menor a los 0.5 miligramos por metro cúbico.
Pese a ese estudio -dijo el quejoso- el Municipio pretendía que la empresa absorbiera el costo de un análisis extra, ya que Ecología no puede hacer ese tipo de mediciones.
En cuanto a la generación de ruido, refirió que las mediciones efectuadas por esa dependencia se hicieron en un sólo punto y no en todo un perímetro como establece la norma; en principio, señaló, el responsable de esa dependencia, Hugo Leonel Salas midió los niveles de ruido con su teléfono celular "y dicen que después llevaron decibelímetros, pero yo no estuve ahí para comprobarlo".
El estudio de la empresa que contrató al biólogo Amador Chavero, arrojó que los decibeles emitidos entre las 17:00 y las 20:35 horas eran de 64.47, muy por debajo de los 68 en el día y los 65 de noche que establece la NOM-081-Semarnat-1984, y la cual fue reformada en 2013.
MALA PLANEACIÓN
La familia de José Ángel Pérez Berrueto es propietaria del terreno de 19,000 metros cuadrados que ocupa la planta Algodonera Zapata desde el año 1966, el cual está ubicado junto a la colonia El Consuelo en un área que hasta entonces era de uso industrial pesado.
Sin embargo, hace ocho años se autorizó la construcción del fraccionamiento San Patricio, con cuyos habitantes surgieron problemas a partir de finales de 2014 cuando en su intención por disponer de esa propiedad y reactivarlo con la instalación de una empresa, los propietarios hicieron los trámites ante el Municipio.
"Nos encontramos que ya el uso de suelo se había modificado a industrial ligero", de ahí que surgieron condicionamientos a cumplir una serie de requisitos por parte del Municipio para concederles las licencia.
Aclaraciones
El dueño de la planta hizo algunas observaciones.
⇒ El terreno fue adquirido desde 1966 y se ubica en un área de uso de suelo industrial pesado.
⇒ Junto a ese terreno se construyó el fraccionamiento residencial San Patricio.
⇒ Las 3 multas se aplicaron sin análisis que las sustentaran.