![Festejo. Hoy habrá una cena en el asilo de ancianos de Gómez Palacio con el propósito de ofrecerla a las personas de la tercera edad. (EL SIGLO DE TORREÓN)](https://tecolotito.elsiglodetorreon.com.mx/cdn-cgi/image/format=webp,width=412,quality=40/i/2015/12/783712.jpeg)
Festejo. Hoy habrá una cena en el asilo de ancianos de Gómez Palacio con el propósito de ofrecerla a las personas de la tercera edad. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Menos del 5 por ciento de los adultos mayores que habitan en el asilo de ancianos de Gómez Palacio, serán visitados este 31 de diciembre por sus familias.
Muchos de ellos fueron abandonados por sus parientes, otros simplemente vagaban por las calles de la ciudad y algunos más, llegaron para encontrar un refugio en el que pudieran pasar sus últimos años de vida.
Son 37 hombres y mujeres de la tercera edad que despedirán el año 2015 con sentimientos encontrados.
Hay nostalgia, tristeza y alegría para unos cuantos. Don Manuel Hernández, tiene apenas dos meses que llegó al asilo.
"Estaba enfermo, no podía caminar, tenía mala alimentación y complicaciones en el cuerpo, trabajaba en el dispensario Madre Teresa de Calcuta y ahí fue cuando me trasladaron para acá, anduve navegando de aquí para allá, anduve en todos lados, parece que mi familia anda en la frontera y pues, indiscutiblemente es mejor estar aquí que andar en la calle", cuenta.
Este año nuevo, lo recibirá con su nueva familia: los adultos mayores.
Y aunque ha recibido una buena atención en el inmueble y ha conocido a personas que han cambiado su vida, su mayor deseo para el 2016, sería volver a su hija María del Socorro Hernández, de 31 años de edad, quien vive en Estados Unidos.
"No sé en qué lugar está, hace 25 años que no supe de ella, decirle que me gustaría volver a verla, que espero que la pase muy bien este día, y lo principal, que siempre me tenga en su pensamiento", expresó.
SON ABANDONADOS
Otra de las personas que vive en el asilo es Dora Barajas, tiene 70 años y es esquizofrénica. Recuerda con tristeza que de recién nacida fue abandonada en un basurero por su madre biológica.
"Me tiraron al nacer, me recogieron unas personas, pero me corrieron de la casa a los 15 años, han sido muchos años de andar afuera, pero ya estoy aquí, ya no aguanto estar por las calles", expresó con lágrimas en los ojos.
Para el próximo año, Dora desea que mejore su economía y que Dios le dé fortaleza para seguir adelante. "Muchos años no comí nada, pero no me enfermé hasta 1991 que me pegó esquizofrenia y un paro cardiaco", relató.
Para este 31 de diciembre, en el asilo de ancianos, se preparará un banquete para los adultos mayores. La celebración de año nuevo será a las 7 de la tarde, pues muchos de ellos se van a dormir temprano.