Las zonas rurales que quedan alejadas de los municipios tienen baja densidad de población, cuentan con infraestructura mínima y a pesar de ser las que mayores necesidades de desarrollo tienen, son atendidas por el sistema educativo con la modalidad de "escuelas multigrado" o el programa del Consejo Nacional de Fomento Educativo, Conafe.
Bajo la justificación de que es reducida la capacidad de contar con docentes y con instalaciones que cubran cada nivel escolar en esas zonas, los niños que viven en situaciones de alta marginación son los que reciben la peor oferta escolar.
Como lo señala la académica María del Mar Estrada Rebull: "El problema con las escuelas multigrado es que todo el sistema educativo está diseñado para las escuelas de organización completa (modelo educativo, currículo, materiales, formación docente, sistema administrativo). En consecuencia, las escuelas multigrado son una solución que se ha implementado en la mayoría de los países pobres como un 'peor es nada' para cubrir la demanda en regiones de baja densidad poblacional, de forma que éstas sean de las peores escuelas: peor infraestructura, peor atención y peores resultados".
Minimizar la ineficiencia de las escuelas multigrado es un grave error. La cantidad de población mal atendida en el país es enorme si tomamos en cuenta las cifras que dio el Instituto Nacional de Evaluación Educativa INEE (agosto 2014): el 44 por ciento de las escuelas primarias de nuestro país son multigrado de las cuales 11 por ciento pertenecen al servicio comunitario. En promedio 14 entidades del país, tienen la mitad de las escuelas primarias con organización multigrado y en Chiapas alcanzan casi el 70 por ciento.
¿Los cambios de secretarios influyen positivamente sobre la población o son sólo escaparates de publicidad política? Uno de los cambios en el gabinete que más ha robado las cámaras y la atención de los medios impresos, ha sido la salida de Emilio Chuayffet, quien fue sustituido por el entonces encargado de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño. No hay que ser demasiado observador para darse cuenta de que con su buen manejo mediático ha dejado atrás la figura de su antecesor a pesar de que el anuncio y los primeros pasos de la implementación de la reforma educativa no serán fáciles de superar en los próximos años del sexenio. Arribó con una actitud confrontante hacia maestros disidentes y ha sacado buen jugo al compromiso de descontarles las faltas que acumulan cuando abandonan las aulas para hacer protestas.
Vienen tiempos complejos en los que debe comprobar que puede ejecutar la Reforma Educativa sin que las reacciones del magisterio afecten el trabajo en las aulas, pero a la vez complementando la evaluación universal con una buena dosis de atención y formación efectiva que ofrezca a los maestros las habilidades y conocimientos requeridos para mejorar su desempeño.
Sin embargo, los números deficientes del sistema educativo poco se moverán si Aurelio Nuño continúa dejando en el olvido el problema estructural de las escuelas multigrado. A pesar de los esfuerzos que se han hecho para atender los diferentes retos de esta modalidad, los pésimos resultados que arroja no han podido ser revertidos. Quizá se deba a que han sido estrategias aisladas y desarticuladas. Sin embargo, si colocan líderes educativos con perspectiva integral y destina suficientes recursos para modificar el esquema multigrado, tiene en sus manos la oportunidad de reconstruir el tipo de atención escolar que las zonas más pobres del país reciben día con día.
Habría de atender de inmediato la raquítica infraestructura de las escuelas multigrado, pero sobre todo aceptar que la capacitación de un par de semanas que reciben los voluntarios egresados de secundaria y preparatoria es insuficiente, así como los viáticos con los que se les apoya, además de las condiciones adversas a las que se enfrentan en comunidades, debido a que son las madres de familia (en condiciones de extrema pobreza) quienes se hacen cargo de darles alojamiento.
Sería muy alentador que la llegada de Nuño a la Secretaría de Educación Pública represente algo más que un cambio de fichas con miras a las elecciones de 2018.
(Analista política y activista ciudadana)