Con la 'V' de la victoria

¿Las mujeres seguimos haciendo historia? Una maravillosa fotografía que muestra a 16 mujeres sonriendo al tiempo que con su mano hacen la señal de la victoria, nos da la respuesta.

Se decía que el siglo XX había sido el siglo de la revolución más exitosa y pacífica que haya registrado la humanidad: la revolución de las mujeres. Y eso no es poco, porque en ese siglo cambió todo y mucho.

Fue el siglo en el que se probaron grandes inventos que revolucionaron la manera de destruirnos como humanidad. Pero también fue el siglo en el que los Derechos Humanos salieron a escena como protagonistas.

Fue el siglo en el que grandes inventos cambiaron nuestra vida: el automóvil, el avión, la televisión, el teléfono, los electrodomésticos. Pero también fue el siglo en el que las mujeres votaron por primera vez en muchos países, rechazaron la idea del “lugar de las mujeres” y se lanzaron a exigir espacios en todos los lugares.

De modo que me gusta eso de “el siglo de las mujeres”. Pero haría una precisión. El siglo habrá terminado, pero seguimos haciendo historia.

Circuló la foto por las redes sociales y recibió miles de “Me gusta”. En la foto se aprecian las 16 mujeres que realizarían el primer vuelo transcontinental operado por una tripulación sólo integrada por mujeres. Se trató del vuelo 098/099 México-Shangai de Aeroméxico, dirigido por la comandanta capitana Verónica Cervantes. Esas mujeres se ven orgullosamente felices. Y con razón. Hacían historia.

Pero es apenas el principio del camino. El trecho que falta es que se les reconozca autoridad y, entonces, no tenga mayor importancia si es hombre o mujer quien pilotea el avión.

Me explico: La autoridad es un reconocimiento que las demás personas otorgan. Así, por ejemplo, al acudir a una consulta médica no pedimos, de entrada, copia del título y constancia certificada de diplomas y posgrados. Le reconocemos autoridad a la médica o médico. Pero esa autoridad que se otorga a priori en los hombres, es camino cuesta arriba para las mujeres.

Dolores Correa, una de las fundadoras de la revista La mujer mexicana, denunciaba a principios del siglo XX que nadie consultaba legalmente a María Asunción Sandoval, la primera mujer abogada, y se preguntaba: ¿Es tan difícil comprender que las mujeres podemos estudiar leyes?

Casi sesenta años después, fue electa senadora María Lavalle Urbina, a quien se le atribuye una frase que ejemplifica bien el problema de la autoridad: “Los senadores son muy caballerosos, siempre me dan la silla, pero nunca me dan el lugar”.

Cuántas personas se habrán sentido profundamente inseguras cuando oyeron la voz de una mujer diciendo: “Les saluda la capitana Verónica Cervantes…”

¿Cuántas hubieran querido asegurarse de los estudios, los exámenes, las horas de vuelo de la pilota y la copilota?¿Cuántas personas hubieran querido bajarse del avión? ¿Y a cuántas de esas personas se les ocurrió, alguna vez, dudar de igual forma del piloto o el copiloto que les trasladó a otro sitio del mundo?

Por eso me encanta que en la foto todas las mujeres de la tripulación luzcan con la “V” de la victoria. Porque sin lugar a dudas es un triunfo. Y augura autoridad. Es decir, augura que un día a nadie le sorprenda que un grupo de mujeres lo lleve al otro lado del mundo.

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