Lorenzo Menera huyó de Michoacán tras ser secuestrado por el crimen organizado y pagar extorsiones. Se llevó a su familia a Piedras Negras, Coahuila, y ahí instaló su negocio.
Pero la tranquilidad le duró poco.
El 18 de diciembre de 2014 la delincuencia organizada le exigió el pago de un millón de pesos para evitar un daño a su familia.
"Buen día Lencho, aquí nomás invitándote a que pagues una cuota de un millón de pesos si quieres seguir disfrutando de la paz y la tranquilidad con tu familia y negocio".
"Y para que veas que nosotros no andamos con ma... recuerda lo que te hicimos en Michoacán, si de allá te nos pelaste aquí no correrás con la misma suerte", se leyó en la amenaza, firmada por el CDG (Cártel del Golfo) y Los Caballeros Templarios.
Un mes después, su hijo Alexander de 16 años fue reportado como desaparecido y después hallado muerto con huellas de tortura y un disparo en la cabeza.
Lorenzo Menera se desempeñó como director de Seguridad Pública del municipio de Tiquicheo, Michoacán. Durante su mando, fue secuestrado seis días por una banda comandada por su propio primo, quienes pedía 1.5 millones de pesos de rescate en 2006. En un operativo fue rescatado.
Actualmente es dueño de "Rieagroford", una empresa dedicada a la venta de productos para riego, insumos agrícolas y forraje.
El ahora activista que exige la investigación por el crimen de su hijo, pide que se investigue a la Marina y a un grupo conocido en Piedras Negras como GATES (Grupo de Armas y Tácticas Especiales).
El día que desapareció Alexander elementos con uniformes de la Marina allanaron el domicilio de Menera y en dos ocasiones hombres a bordo de camionetas con la leyenda GATES han ingresado a su domicilio para robarlo, consta denuncia ante la Procuraduría de Coahuila.
Menera, de 43 años, narró ante las autoridades ministeriales que el 21 de enero a las 19:30 horas su hijo Alexander Menera Ochoa salió de su domicilio rumbo al restaurante La Ranita, a unos cinco minutos, para comprar unos tacos.
Diez minutos después la madre de Menera llamó a su hijo, pero no contestó.
Las próximas tres horas la pareja realizó todo tipo de intentos para encontrar a Alexander, mediante la insistencia en su teléfono y en la búsqueda a la taquería.
La desaparición del adolescente fue reportada a la Policía Municipal, junto a un auto tipo Versa color blanco.
Durante esa situación, pasadas las 23:00 horas, Menera se encontraba en su recámara cuando fue alertado por su esposa de que unos elementos de la Marina estaban entrando al domicilio.
"En ese momento entró un hombre güero, alto, cabello color café claro, de complexión regular y también con el uniforme de la Marina y una arma colgada al hombro, tenía dificultad para hablar español y tenía acento gringo", asentó Menera en su declaración.
Los presuntos marinos indicaron al empresario que estaban en medio de una investigación y mientras le formularon unas preguntas, fue grabado por los celulares de los navales.
Los marinos se fueron en cuatro camionetas con logos de la dependencia y una camioneta blanca que no estaba balizada.
"Yo estaba seguro que ellos traían a mi hijo con ellos porque nadie sabe de este domicilio, mi hijo desaparece antes de las ocho de la noche y ellos aparecen después de un rato a mi casa", estableció Menera al Ministerio Público.