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La moda vintage

Hoy por hoy, no hay nada más cool, actual y chic que recurrir al pasado para desafiar y enriquecer al diseño contemporáneo. (Archivo)

Hoy por hoy, no hay nada más cool, actual y chic que recurrir al pasado para desafiar y enriquecer al diseño contemporáneo. (Archivo)

AGENCIAS

Seamos sinceros: la democratización de la moda presenta, también, un lado alienante. Es loable que cada vez sea más fácil y asequible acceder a las tendencias en boga -obra y gracia de los gigantes de la llamada fast-fashion-, pero al mismo tiempo, representa una paradoja: la uniformidad visual y discursiva de un significativo número de consumidores es alarmante y tiende a contradecir el principio de diversificación de la moda.

Traducción: todos, o casi todos, están vestidos con diseños muy similares, teñidos con la misma paleta cromática y envueltos en siluetas y texturas idénticas.

El factor de diferenciación parece refugiarse en el ámbito del lujo, o bien, en otra área que se ha convertido en una suerte de obsesión por recuperar aquello no vivido, por ahondar en la nostalgia de "épocas mejores" y, más aún, por establecer un factor real de distinción entre el uniforme masivo impuesto por el consumo global y la necesidad de subrayar la individualidad como medida de supervivencia social. Nos referimos, por supuesto, a la moda vintage.

Y volver, volver, volver...

Ahora bien, ¿de dónde surgió este término que tanto nos gusta usar y cuya sola enunciación evoca un microcosmos lleno de dulces promesas? Obviamente, no de los archivos de la moda, sino de la industria vitivinícola. Vintage es un término que proviene de la lengua inglesa, derivado del francés vendange, luego de sufrir una alteración semántica, gráfica y fonética. Designa, en principio, a un vino destacado por su calidad, en referencia a una cosecha o añada específica. La utilización de esta palabra por las distintas bodegas para referirse a los productos de sus mejores cosechas ha hecho que su significado se utilice también para denominar aquello que por su historia, significado, influencia o singularidad, se ha convertido en objeto de culto e icono para coleccionistas, especialmente para referirse a la moda y el diseño posteriores a 1900.

La palabra vintage sólo debe utilizarse en el ámbito de la moda para señalar aquellas prendas o accesorios que han sobrevivido al menos 20 años después de su creación, transformándose así en piezas preciadas. Sin embargo, en el rubro editorial (tanto impreso como digital) se ha usado erróneamente el vocablo para catalogar artículos nuevos inspirados en los clásicos, que en realidad deberían calificarse como retro.

El auge vintage se ha visto acrecentado por figuras como Dita Von Teese, quien viste casi exclusivamente con prendas de segunda mano, además de peinarse y maquillarse según la época correspondiente. Tan cotizado es el valor actual de este movimiento que no pocas casas de costura recurren a esta estética para diseñar sus nuevas colecciones. Sin embargo, este fulgor mediático en ocasiones nos distrae del origen de esta corriente, la cual varios analistas consideran una manifestación de la cultura posmoderna. Es, por lo tanto, producto de la pérdida de la fe en el progreso y el desencanto de la innovación propia de la modernidad. De esta manera, la moda se sirve del pasado por motivos meramente estéticos, en los cuales se mezclan elementos de distintas épocas y lugares, descontextualizados de su función y razón originales.

En este sentido, Gilles Lipovetsky señala en su obra El imperio de lo efímero (Anagrama, 1990) que "nunca consumimos un objeto por sí mismo o por su valor de uso, sino en valor de su 'razón de cambio', es decir, en razón del prestigio, del estatus y del rango social que confiere. Por encima de la satisfacción espontánea de las necesidades, hay que reconocer en el consumo un instrumento de la jerarquía social, y en los objetos, un ámbito de producción social de diferencias y valores clasistas". Así pues, la moda vintage es un indicador entre quienes conocen, valoran y pueden adquirir creaciones con peso histórico, y quienes ignoran o no tienen la posibilidad de acceder a ellas.

Lo antiguo, siempre lo más moderno

Hoy por hoy, no hay nada más cool, actual y chic que recurrir al pasado para desafiar, enriquecer o darle un giro al diseño contemporáneo. Al respecto, Lipovetsky vuelve a la carga: "La moda es una lógica social independiente de los contenidos; todas las conductas y todas las instituciones son susceptibles de ser arrastradas por el espíritu de la moda, por la fascinación de lo nuevo, y por la atracción de los modernos".

Esto explica, en buena medida, la creciente necesidad por recuperar y portar algo que nos conecte con otra realidad que no sea el presente. No obstante, hay ciertas reglas que cumplir y algunos puntos a tomar en cuenta, como lo indica Alison Lurie en su libro El lenguaje de la moda (Paidós, 1994): "Las prendas antiguas se utilizan de la misma forma que un escritor o un hablante puede usar los arcaísmos: para hacer alarde de cultura, erudición o ingenio. Como ocurre con el habla culta, este tipo de 'palabras' se suele emplear muy parcamente, normalmente de una en una: un solo camafeo victoriano, unos zapatos de plataforma de los años 40 (la llamada 'moda topolino') o un chaleco eduardiano de terciopelo, pero nunca un atuendo de época completo.

"Un conjunto completo compuesto por prendas vintage procedentes de un único periodo, lejos de proyectar una imagen de elegancia y sofisticación, dará a entender que vamos a un baile de máscaras, que estamos haciendo una obra de teatro o una película o que nos estamos exhibiendo con fines publicitarios. Por otra parte, la mezcla de prendas de varias épocas distintas sugiere una personalidad teatral y confusa, pero misteriosa y original. Por lo tanto, esto se pone con frecuencia de moda en aquellos sectores de la industria del arte y del espectáculo en los que se fabrican y venden celebridades instantáneas".

A TOMAR EN CUENTA

Siete virtudes cardinales

Adquirir prendas, complementos o accesorios de época no es una tarea sencilla.

Evalúa la compatibilidad

Usar ropa vintage tiene como objetivo dar un toque Antique a tu imagen, no disfrazarte. Cuando compres ropa antigua, fíjate que sea adaptable al momento actual.

No te obsesiones por la etiqueta

La moda vintage no se vincula única y exclusivamente con el coleccionismo de prendas de reconocidos diseñadores, se trata de formar un clóset con creaciones interesantes y diferentes.

Entrena tu ojo analítico

Las piezas vintage rara vez se encuentran en perfectas condiciones. Por lo tanto, es fundamental saber distinguir qué desperfectos se pueden arreglar y cuáles no.

Calidad mata diseño

Recuerda que ciertas telas y materiales que fueron frágiles en su momento de fabricación, ahora se pueden estropear con mayor facilidad debido al uso y a la antigüedad.

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