El atento escrutinio de los medios internacionales a los asuntos internos de México, sobre todo lo que se refiere a los escándalos políticos, nos parece a los mexicanos una verdadera novedad. Pensamos que es algo que comenzó con el sexenio del presidente Peña Nieto y los hechos de Tlatlaya y Ayotzinapa.
Pero esto no es así. Hay muchos ejemplos que podríamos citar a lo largo de la historia del México independiente. Un caso concreto sería el artículo del New York Times, publicado el 21 de diciembre de 1859, y que está fechado en Nueva Orleáns, el martes 20 de diciembre. Puesto que el artículo es demasiado largo para transcribirlo completo en este espacio, citaré, con mi propia traducción, las partes de mayor interés:
"El vapor de los Estados Unidos 'Brooklyn' (USS Brooklyn) ha llegado aquí, trayendo al señor McLane, nuestro ministro en México, y a su familia. También llegó el señor H.R. La Raintree, portando con él el tratado con el Gobierno de Juárez".
[Este tratado] "prevee un derecho perpetuo de paso a través del Istmo de Tehuantepec, y también del Río Grande a Mazatlán, y de Guaymas a Arizona, con almacenes al final de cada ruta. Entre los estados del Pacífico y del Atlántico, pasarán todos los bienes, libres de impuestos. Los bienes embarcados desde los almacenes de tránsito a los países extranjeros, también estarán libres de impuestos. Nuestras tropas, estaciones militares y municiones de guerra, pasarán a través de Tehuantepec y Sonora, al igual que las mexicanas. La neutralidad del tránsito es garantizada por ambos Gobiernos, cada uno actuando con o sin consentimiento del otro. A México le corresponde el derecho de proteger el tránsito y la propiedad por la fuerza. Habrá absoluta libertad religiosa. No se permitirán los préstamos forzosos contra nuestros ciudadanos. Un acuerdo suplementario permite la intervención en México para proteger a nuestros ciudadanos, o para hacer cumplir las estipulaciones del tratado. En compensación por la liberación de impuestos y libre tránsito, los Estados Unidos pagarán cuatro millones de dólares, dos de los cuales serán recibidos como pago de reclamaciones. El señor La Raintree salió para Washington esta tarde".
"De nuestro propio corresponsal. Veracruz, lunes 5 de diciembre de 1859". "El día 25 de noviembre, el señor McLane llegó a puerto y reasumió sus relaciones oficiales cerca de este Gobierno (Mexicano). Después de varias entrevistas entre el señor McLane y el señor Fuente (Juan Antonio de la Fuente), ministro de Relaciones Exteriores, este último renunció a su cargo como Ministro de Relaciones Exteriores y como Ministro del Tesoro, puestos ambos que detentaba. Juárez y Ocampo lo forzaron a renunciar al primero, y los amigos de Lerdo al segundo. Fuente rehusó aceptar el Tratado McLane-Ocampo, afirmando que él no firmaría en contra de la soberanía de México para ponerla en manos de los Estados Unidos, cosa que éstos obtendrían a través de ese tratado. Pero este "moderado", que preferiría ver a su país aniquilado antes que darles a los americanos cualquier oportunidad pacífica, afortunadamente ya quedó fuera del camino". "Mientras tanto, el señor McLane fue informado de que Ocampo había asumido su puesto en el gabinete como Ministro de Relaciones Exteriores, y al día siguiente, el señor McLane le informó que estaba listo para negociar".
Afortunadamente, ese tratado no fue validado por el senado de los Estados Unidos, porque hubiera dado darle mucho más poder y recursos a los estados sureños, ante una guerra de secesión que ya se vislumbraba en el horizonte.