Visión crítica. El ministro Pérez Dayán ve un México convulso y dolorido.
La sociedad experimenta indignación y desesperanza ante el futuro, advirtió Alberto Pérez Dayán, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
"No soslayo que los tiempos actuales, en ocasiones, despiertan indignación y desesperanza entre la sociedad; que a veces el desasosiego se apodera del futuro mediato e inmediato y desgraciadamente la alegría se hunde frente a la formación de un esquema desalentador, aparentemente invencible", dijo el ministro.
"Es por ello que el deber del juzgador exige, más que nunca, el desempeño leal y humano de aquel a quien la sociedad recurre buscando remediar lo que le fue privado", agregó.
Pérez Dayan habló ante la cúpula judicial en la Suprema Corte de Justicia, durante la toma de protesta de 19 nuevos magistrados de circuito y 21 jueces de distrito especializados en el nuevo sistema penal, informó el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) en comunicado.
El ministro, quien llegó a la Corte en 2012 tras una larga carrera judicial, urgió a los nuevos juzgadores a procurar estándares de excelencia que impidan el paso a conductas abusivas, maliciosas o dolosas en sus órganos jurisdiccionales.
Por otra parte Alfonso Pérez Daza, consejero de la Judicatura Federal, advirtió que el nuevo sistema de justicia penal requiere que sean exitosos los medios alternos y procedimientos abreviados para resolver los casos, pues se espera que 95 por ciento de ellos sea desahogado sin llegar a un juicio oral, como sucede en Estados Unidos.
"Hay una relación directa entre la eficacia de salidas alternas y el éxito del nuevo modelo de justicia penal, el juicio de amparo debe ser congruente con el objetivo de una justicia penal más pronta y expedita", dijo Pérez Daza.
El consejero, designado el año pasado por el Senado y responsable en el CJF de la implementación del nuevo sistema, destacó el amparo otorgado recientemente por un tribunal federal de Toluca en un caso de procedimiento abreviado en que el acusado ya había aceptado su culpa y renunciado a su derecho a un juicio, a cambio de recibir una pena más leve.
En la audiencia respectiva, el juez preguntó al acusado si había sido asesorado por su defensor, si entendía que estaba renunciando al juicio, si aceptaba su participación en el delito, y si entendía las consecuencias de dicha aceptación.