La sociedad y el arte
El ser humano debe en gran medida su éxito en la permanencia temporal como especie al trabajo en conjunto lo que ha permitido su supervivencia. Es por ello que la vida en comunidad es primordial para entender gran parte de la evolución como especie y el desarrollo de la cultura de la comunidad y la sociedad.
El arte por otro lado pareciera que surge en un punto en el cual el desarrollo de la humanidad ha alcanzado cierta madurez y a su vez se ha gestado el interés por las artes cuando se han sido cubiertas necesidades básicas y entonces se accede a otro nivel de ellas. Pero es posible darse cuenta de que el arte acompaña esta evolución desde una forma de madurar junto con el ser humano. Se ha adaptado como medio y como fin de expresión.
Podríamos decir que antiguamente los fines mágicos religiosos eran los dominantes del arte, pero actualmente la espiritualidad desde sus diversas perspectivas cuenta con signos e imágenes propias del campo de las artes para su entendimiento e identificación. Por lo cual es de esperarse que sean entendidos en un contexto propio para generar un sentido y una identidad sobre la que son entendidos. Este ejemplo resulta preciso para mencionar que de la misma forma ocurre con otros aspectos del arte que ligados a un contexto social no solamente explican el objeto artístico en sí, también "hablan" de la cultura y la sociedad que los creó como forma de expresar una idea o sentimientos, y lo interesante es que ya no hablamos solamente del artista-autor de la obra, sino de la sociedad que le da un marco de referencia para la creación de su obra.
De cierta manera la obra es producto de la sociedad de su tiempo, ¿Qué sentido tendría para un escultor griego el Guernica de Picasso? Por lo que estas piezas son clave para entender cultura y sociedad, así como valores apreciados en las comunidades, es unir al individuo con su grupo social como portavoz de los demás miembros. La psicología estudia el proceso creativo (individual) que desarrolla el artista para plasmar aquello que pretende en su obra, la sociología observa el proceso social del cual deriva en que un ser de ese grupo retrate en la obra aspectos de experiencia en el grupo social, el movimiento muralista mexicano está lleno de contenido social de una forma totalmente explícita.
Este punto en el cual convergen las ciencias, las personas, los grupos es el encuentro idóneo para darse cuenta de cuanto material aporta el arte más allá de técnicas y métodos. Es la crónica del ser humano cuyo objetivo no era precisamente narrar el paso de civilizaciones por el mundo.
Es posible preguntarse por aquellas figuras que se presentan continuamente el diferentes civilizaciones, incluso aquellas que no son contemporáneas unas de otras y pese a ello ocurre o que incluso actualmente nos siguen fascinando. ¿Qué ocurre si su presencia es contante o universal? Hace cuestionarse sobre el papel de la sociedad de la cual proviene el artista, pero a fin de cuentas siguen siendo comunidades humanas, con una experiencia perceptiva similar, pero que se la un significado diferente según el contexto o circunstancias.
El arte es dinámico, su autor quiso expresar algo que a su vez está impregnado de su contexto social lo cual dialoga con el espectador. Es la narración que nos contamos para fascinarnos y al darnos cuenta de que trata de nuestra historia y tiene que ver con nuestros valores humanos, resulta casi increíble que ese imaginario es resultado de nuestra experiencia en un aquí y ahora que aunque haya sido tiempo a atrás trae consigo la experiencia de ese presente hasta nuestros días.
