El Ayuntamiento lo reconoció como fundador de la instrucción primaria por lo que mandó colocar una placa conmemorativa en la casa donde nació. (INTERNET)
El educador Manuel López Cotilla a 215 años de su natalicio y recordado por elevar a 22 el número de primarias en Guadalajara, impulsar los derechos magisteriales, crear el primer instituto de enseñanza nocturna para adultos y fundar un plantel de artes mecánicas, es el personaje de la semana de quien se comparten algunos datos biográficos.
De acuerdo con la Enciclopedia Mexicana, Manuel López Cotilla nació el 22 de julio de 1800 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, siendo hijo único del matrimonio conformado por Manuel López Cotilla y Juana María Beregaña.
El diario “El Occidental” explica que López Cotilla estudió la instrucción primaria en la Escuela del Consulado, para después ingresar al Seminario Conciliar de Guadalajara, donde cursó Latín y Filosofía.
Luego de que quedó huérfano de padre a los 15 años y que su madre contrajo nuevas nupcias, abandonó su casa y se dedicó, en situación muy precaria, a aprender dibujo y matemáticas en una huerta por Toluquilla.
A los 18 años contrajo tuberculosis, enfermedad que lo acompañó durante toda su vida.
Sus progresos como profesionista lo llevaron al cargo de síndico del Ayuntamiento en 1828 y diez años más tarde ocupó el cargo de regidor del mismo y redactó el “Reglamento para Escuelas Municipales”.
En 1839 fue encargado del ramo de escuelas y vocal de la Junta Departamental, en este puesto, López Cotilla promovió importantes reformas educativas, entre las que destacan: la reglamentación del ejercicio magisterial y la elevación a 22 el número de escuelas primarias en Guadalajara y en sus alrededores.
También reparó los edificios escolares y los dotó de mobiliario, además, creó el primer establecimiento de enseñanza nocturna para adultos y fundó un plantel de artes mecánicas.
Al finalizar su periodo como funcionario, integró una comisión de escuelas a las que sirvió por varios años sin retribución alguna y trabajó para lograr la enseñanza primaria gratuita en todo el territorio jalisciense y la formación del profesorado.
Asimismo, creó la Inspección Escolar, siendo él mismo el primer inspector, puesto que ocupó durante 16 años, en los cuales ejerció con gran ímpetu, prácticamente sin recibir sueldo o estímulo del Estado.
Ocupó otros puestos como: vocal de las juntas Revisora del Pago de Contribuciones Directas, de Instrucción en el Estado y de Fomento a la Agricultura; mayordomo de propios en el Ayuntamiento, depositario de rentas del Colegio de San Juan Bautista y vicepresidente de la Compañía Lancasteriana.
Escribió varias obras didácticas, entre las que sobresalen: “Del cerrajero y carpintero”, “Recreaciones geométricas y curiosas combinaciones para formar pavimentos”, “Cuaderno de geometría práctica para las escuelas” y “Veinte años de escuelas”.
Además, tradujo a varios autores internacionales, que fueron destacados en materia de pedagogía.
Después de una larga y fructífera labor a favor de la cultura y la educación en Jalisco, afectado por la tuberculosis que adquirió desde su juventud, Manuel López Cotilla falleció a los 61 años, el 27 de octubre de 1861.
Después de su descenso, el gobierno de Jalisco lo declaró Benemérito, y en 1891, el Ayuntamiento lo reconoció como fundador de la instrucción primaria por lo que mandó colocar una placa conmemorativa en la casa donde nació.
