Aún no se cierra la puerta del avión, y algunos pasajeros hacen llamadas de última hora por su celular. Quienes hablan están en asientos cercanos al mío, de modo que no puedo menos que oír lo que dicen.
Una joven mujer habla con su pequeño hijo. Le pide que se porte bien.
-Y no se te olvide que te quiero mucho.
Un señor habla con su esposa. Le avisa que ya va a salir el vuelo y que llegará a casa a la hora de cenar.
-Cuídate -le dice-. Te quiero.
Un muchacho conversa con su novia. Al terminar la llamada le dice:
-Te quiero, mi amor. Nos vemos luego.
Me alegra haber oído esas conversaciones. Pienso que el mundo no puede estar tan mal si en menos de un minuto oí a tres seres humanos decir:
-Te quiero.
¡Hasta mañana!...