QUIERO APRENDER A ORAR.
Orar para agradecer, no para pedir.
Orar para decir "nosotros", y no "yo".
Orar para aumentar mi fe, no para jactarme de ella.
Orar para hacer más grande mi esperanza, no para esperar algo.
Orar para dar amor a los demás, no para ser amado.
Orar para implorar perdón con humildad, no para perdonar con soberbia.
Orar para dar alegría a los demás, no para buscar alivio a mi tristeza.
Orar para saber que la mejor oración -y la más breve- es la que Jesús nos enseñó:
"Hágase, Señor, tu voluntad".
En esa oración están todas las oraciones.
Que esté también la mía.
¡Hasta mañana!...