
Moda andrógina
En moda la androginia es muchas veces etiquetada como 'unisex', es decir, ropa que bien pueden usar tanto los hombres como las mujeres. Sin embargo, esa etiqueta sólo es el punto de partida de una tendencia con la que año tras año los diseñadores experimentan, bajo criterios como adaptación, comodidad y versatilidad, para lanzar prendas que han conquistado a los consumidores y tienen ya su lugar ganado en los guardarropas del mundo occidental.
La palabra 'andrógino' se utiliza regularmente para referirse a aquellas personas de apariencia ambigua, es decir, que poseen rasgos físicos que igualmente pueden considerarse femeninos como masculinos. La Real Academia Española (RAE) explica que el término proviene de latín androgy̆nus, compuesto a su vez por los vocablos andrós, que sigifica 'varón' y gynḗ 'mujer'. Asimismo, señala que tiene tres acepciones. La primera de ellas es equivalente a hermafrodita; la segunda sirve para referirse a una persona de rasgos externos que no se corresponden definidamente con los propios de su sexo; y la tercera, propia de la botánica, quiere decir monoico.
La explicación de la RAE sirve para delimitar la androginia y situarla exclusivamente dentro de las márgenes de la apariencia para poder hacer un recuento de su desarrollo desde el punto de vista de la moda, ya que como fenómeno psicológico, sexual y social es mucho más amplia de lo que aquí cabría explicar, sobre todo si tomamos en cuenta que las ciencias sociales comenzaron a abordarla con furor a partir de los años setenta.
Obviamente la moda andrógina está intrínsecamente relacionada con los movimientos sociales, los cuales definitivamente han impactado en la conciencia colectiva y a su vez han devenido en procesos de cambio. La concepción ha estado presente desde tiempos remotos y ha sido expresada culturalmente en las artes o la religión, por ejemplo. La figura del dandi en el mundo literario y la revolución de la moda femenina hacia principios del siglo XX, bajo el estilo impulsado por Coco Channel, reivindican la figura del andrógino y dejan ver cómo desde ambos sexos hay una inclinación a esta tendencia.
HISTORIA DE LA MODA UNISEX
Los atuendos andróginos están conformados por prendas masculinas y femeninas que han ido difuminando cada vez más las fronteras entre ambos géneros. Se puede decir que la pionera de este estilo es la misma Coco Chanel, quien con la sobriedad que caracterizó sus diseños despojó la indumentaria femenina de fastuosos adornos y curvas para sustituirlas por prendas sencillas de líneas rectas y confeccionadas a partir de tejidos y patrones hasta entonces considerados exclusivamente masculinos. Sus famosos pantalones sastre son un claro ejemplo de su aportación a la causa.
Los jeans son también todo un ícono de los inicios de la moda andrógina, una prenda en principio masculina que fue adoptada por las mujeres a partir de que Levi's lanzó una versión para dama de su famoso pantalón de mezclilla, misma que fue popularizada por la revista Vogue al dedicarle un artículo en 1935.
La rebeldía juvenil abrazaría posteriormente la tendencia en los sesenta gracias al impulso que le dieron figuras del mundo del espectáculo como David Bowie y Steven Tyler, quienes se atrevieron a jugar con algunas prendas femeninas, como camisetas ultra ajustadas, pantalones chupines, chaquetas brillosas, todas confeccionadas en telas estampadas y muy coloridas.
La propuesta de Yves Saint Laurent fue también crucial, ya que convirtió prendas tan varoniles como la chaueta sahariana y el esmoquin en las favoritas de un gran número de mujeres. Posteriormente, en los noventa, Giorgio Armani jugó con la ambigüedad y ´presentó en pasarela sus pasarelas propuestas de atuendos conformados por pantalones masculinos y camisetas blancas de corte marino, que servían para vestir a ambos géneros.
El estilo en boga fue traducido por Donna Karan en sus colecciones minimalistas, caracterizadas por el diseños de piezas prácticas, cómodas y multiusos de colores lisos y neutros, formas sencillas y sin ornamentaciones, las cuales fueron acogidas con entusiasmo en Nueva York, desde donde se propagaron a través del cine y las revistas a todo el mundo.
MODELOS ANDRÓGINOS
A partir de los noventa la tendencia andrógina se ha utilizado más constantemente en las pasarelas, a veces de manera protagónica y otras sólo como influencia, y es quizá una de las razones por la que aquellas exuberantes supermodelos que triunfaban en los ochenta y noventa, como Claudia Schiffer y Cindy Crawford, quedaron desplazdas por otras como Kate Moss y Stella Tennant, de apariencia más frágil, delgadas, sin curvas, de caderas estrechas, con poca cintura, hombros anchos y facciones angulosas.
Pero indudablemente es en los últimos cinco años que el estilo unisex domina en la pasarela, basta echar un vistazo a las últimas colecciones de Chanel, Dolce & Gabana, Givenchi, Fendi, Mango, para constatarlo. Además de que hay diseñadores como JW Anderson, Emma Mcilroy y Julia Parsley que han convertido esta tendencia en un estilo independiente y un nicho de negocio.
Por otra parte, cada vez hay también más modelos unisex. Hombres y mujeres que modelan ropa para ambos géneros. El caso más emblemático de esta tendencia es el joven de origen serbio Andrej Pejić que conquistó la pasarela.
Andrej, de 24 años de edad, saltó a la fama en el Paris Fashion Show de 2011, modelando las pasarelas masculinas y las femeninas de Jean Paul Gaultier y en el desfile para hombres de Marc Jacobs y desde entonces su angelical rostro empezó a aparecer en portadas de revistas, desfiles de Rick Owens, Rosa Clará y campañas gráficas como la de la marca de lujo MCM para la colección primavera 2014, donde luce una colección con estampados florales de estética unisex. El año pasado el joven decidió cambiar de sexo y según ha dicho, ahora su objetivo es hacer de la androginia algo comercialmente exitoso para las marcas.
Una de las modelos que se inspiró en Pejić para explotar su estilo andrógino es la modelo estadounidense Elliott Sailors, quien tras una breve y no tan prometedora carrera como modelo exclusivamente femenina decidió cambiar su imagen, se cortó el pelo, comenzó a vestir ropa de hombre, a dismular sus pechos y acentuar sus mandíbulas cuadradas para ofrecerse como modelo masculino.
Otras modelos se han sumado son Erika Linder (24 años), quien saltó a la fama en 2011 caracterizada en una revista caracterizada como el joven Leonardo DiCaprio y que ha hecho mancuerna con Andrej Pejić. La robusta modelo francesa Casey Legler, la suiza Tamy Glauser, de cabeza rapada y cuerpo anguloso que modela para Jean Paul Gaultier y Givenchy, así como la camaleónica súper modelo Saskia de Brauw, que modela los atuendos andróginos para marcas como Chanel, Givenchy, Saint Laurent y Fendi.
Entre las celebridades con apariencia andrógina están Tilda Swinton, Miley Cyrus, Florence Welch, Agyness Deyn, Hillary Swan y Eleanor Jackson, por mencionar algunas.