Logramos excelentes localidades en el repleto auditorio de la entonces Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila. Se presentaba la cantautora Soledad Bravo, que en aquellos tiempos de cambios y movimientos estudiantiles, tenía gran pegue con la raza de los gloriosos años setenta. Los asientos de adelante eran los más peleados porque se podían poner las grabadoras en pleno foro. El 90 porciento del público éramos estudiantes, de manera que Soledad no tuvo que batallar en su primera selección: cantó acompañada de su guitarra, ante el júbilo desbordado de los jóvenes "Me gustan los estudiantes" letra de la grandiosa Violeta Parra y que también hizo famosa Mercedes Sosa.
Fue un agasajo de canciones y las disfrutamos mucho, la mayoría de las letras invitaban a la reflexión, a una toma de conciencia y a nuestra participación en la solución de los gravísimos problemas, que como ahora, se presentaban desde la frontera norte de México hasta la Patagonia de Chile. Recuerdo ahora la canción "Punto y raya", Soledad dice en esta canción: "voy caminando por el mundo se ven ríos y montañas se ven selvas y desiertos, pero no puntos y rayas. Y caminando por el mundo se ven ríos y montañas se ven selvas y desiertos pero no puntos y rayas."
En esta canción, Soledad Bravo invitaba a la reflexión, en particular sobre los nacionalismos que separan a los pueblos, pero que permiten con relativa facilidad el libre flujo de los capitales. Ese era entonces uno de los temas más analizados. Ahora, podemos utilizar la idea de ni "punto ni raya" para entender por qué un municipio, claramente separado de sus vecinos con puntos y rayas, presenta un deterioro y degradación de un elemento esencial para la vida: el agua.
Una gran parte del territorio del municipio de Torreón ha sido ocupada por la mancha urbana a través de la expansión inmobiliaria y en menor grado por la industrial. Una gran cantidad de tierras de primera calidad para la producción de cultivos así como la infraestructura hidráulica que la surtía del agua, fueron cubiertas por la mancha de concreto. Ahora, nuevas y costosas vías de comunicación así como la extensión de los servicios básicos, se intensifican unilateralmente, privilegiando los suburbios residenciales y rezagándose en los de siempre. El norte y el oriente del municipio, prácticamente han quedado urbanizado.
El único reducto rural que el municipio de Torreón sigue conservando, entiéndase esto literalmente ya que la mayor parte constituye la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco, es precisamente Jimulco, una reserva territorial alejada de la zona urbana, incluso separada por la intromisión de pequeñas porciones de municipios de Viesca y de Durango.
En Jimulco se realiza una agricultura medianamente desarrollada y una ganadería de caprinos extensiva, y en general su impacto ambiental además de mínimo se diluye en la biodiversidad de la reserva.
Lo anterior viene a cuento, porque siendo Torreón un municipio sin agricultura y sin ganadería, que representan a nivel regional la causa principal de la sobreexplotación de las aguas subterráneas, presenta un grave problema de abatimiento del nivel freático y disminución de la calidad del agua. Una problemática que se está remediando abriendo nuevos pozos y poniendo filtros para arsénico a pie de pozo. Aspectos que, se enfocan a los efectos mas no a las causas.
Por eso el punto y la raya que separa políticamente hablando al municipio de sus vecinos, no significan nada, la causa del principal problema socio ambiental de Torreón se encuentra en los aprovechamientos insustentables del agua que ocurren en la periferia, en otros municipios. Por eso en esta columna y en otras, no muchas por cierto, se pone énfasis en la necesidad de cambiar el enfoque actual que se asocia a una mala gestión de las cuencas hidrográficas que afecta la escorrentía e infiltración, y por tanto a las aguas subterráneas.
El enfoque propuesto es del ecosistema, el cual no se contrapone con lo que establece el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2013-2018, entre sus objetivos señala: fortalecer la gestión integral y sustentable del agua, garantizando su acceso a la población y a los ecosistemas, y algunas de sus líneas de acción se orientan a ordenar y regular los usos del agua en cuencas y acuíferos, ordenar la explotación y aprovechamiento del agua en cuencas y acuíferos, y actualizar la expresión de la disponibilidad de aguas superficiales y subterráneas.