Paco Ignacio Taibo II

Paco Ignacio Taibo II. Historiador y escritor es, entre otras muchas cosas, prófugo de tres escuelas superiores, participante del movimiento estudiantil del 68 y fundador del género neopolicíaco en América Latina, además de profesor universitario y fundador de diferentes publicaciones culturales. Autor de diecinueve novelas, tres libros de cuentos, libros de historia, varias antologías, libros de reportaje y crónica publicados en 21 países, sus obras han sido mencionadas entre los "libros del año" en The New York Times, Le Monde o el Los Angeles Times. Ha recibido el Premio Nacional de Historia INAH (1986), el Premio Internacional de Novela Planeta-Joaquín Mortiz y tres veces el Premio Das.

Los que piensen que no puede haber épica proletaria, que la épica es propiedad de los griegos de las Termópilas, de los jinetes azules de Custer o de los estudiantes del 68, están equivocados: a principios del siglo pasado, entre proletarios de humeantes fábricas oscuras, bares de mala muerte, calles sin farolas, barrios hacinados y sueldos casi inexistentes, se gestó un levantamiento obrero cuya protagonista fue una Cataluña enloquecida, que parecía habitar en un universo distinto.

Su más reciente libro publicado por el Grupo Planeta, Que sean fuego las estrellas, es una historia de proletarios y burgueses, y de la reivindicación de aquellos principios que hoy, equivocadamente, parecen de mal gusto: el deseo de justicia y libertad.

¿Es necesario aprender del pasado?

Toda experiencia nos es invaluable, no podemos cerrarnos a medir con la experiencia de nuestra corta vida, la historia de los movimientos sociales está ahí y tenemos que ponerla sobre la mesa. Lo que muestra el libro es que hay una propuesta de sindicalismo transformador, revolucionario, el anarcosindicalismo no sólo revindica la lucha por las ocho horas, revindica una manera de ver el mundo.

¿Desapareció del sindicalismo, el romanticismo o la honestidad?

No sé si lo que se ha desaparecido es el romanticismo, lo que ha cambiado es que ha pasado un siglo, estamos hablando de una historia que sucede hace cien años, la clase obrera de hoy no es la clase obrera de entonces, ha cambiado, el sector servicios se ha multiplicado de una manera enorme, pero hay ciertas esencias del fenómeno de la lucha proletaria y de la lucha de los trabajadores, que ahí siguen, que ayer y hoy continúan estando presentes.

Pero parece que no ha cambiado mucho el panorama...

Evidentemente la batalla es una batalla en continuo, fíjate cómo de repente cosas que parecerían haber desparecido del mapa, como es la historia de la batalla que dan los carpinteros de Barcelona por la jornada de ocho horas, que es verdaderamente terrible, hoy vuelve a estar presente en México en la agenda con la desaparición de miles de puestos de trabajo en la jornada de ocho horas.

El pasado está ahí no sólo para aprender de él, sino para identificarte, para construir relaciones, para construir interés, muchas veces te preguntas y por qué por ahí, y la respuesta es: ¿por qué no? ¿No te interesa el conflicto entre monoteístas y politeístas en el Antiguo Egipto? La respuesta es sí. Aquí la pregunta, de una manera mucho más remota es: ¿no te interesa saber un poco más sobre qué es el anarcosindicalismo y qué logro y qué fue en sus momentos de gloria?

¿Un libro obligatorio para quiénes?

Si lo volvemos obligatorio no lo va a leer nadie y lo van a leer forzados, hagámoslo un libro no obligatorio pero deseable. Ahora, si la condición del estudiante es estudiar y estudiar lo que te interesa, no lo que te imponen, la respuesta es sí. En principio lo que intenté no fue dar una receta, ni decir que este es un modelo, sino aportar una experiencia, contarla, narrarla para que aquel lector interesado pudiera entrar en ella.

¿Están desapareciendo las garantías laborales en México?

Ha habido una destrucción del panorama laboral, la ofensiva contra el articulo 123 de la Constitución Mexicana ha sido brutal definitivamente. La entrada de las outsourcing, los permisos para los contratos temporales, la desaparición de multitud de empresas del séptimo día porque te contratan por cuatro y te recontratan, la desaparición de la antigüedad, la no creación de antigüedad entre los obreros, que es muy grave, la desaparición de las vacaciones porque nadie trabaja un año continuo, son contratos cortados, la presencia de patrones sustitutos que no pueden responder ante los conflictos laborales, todo esto sumado a la herencia que tenemos del sindicalismo charro, pues el panorama se ha vuelto peor de lo que era, mucho más en materia laboral.

¿Cree que le importe el tema a quienes hacen las leyes?

No, además sí hay una ley que la regula y les da permiso de entrada; la vergüenza es la falsa idea de progreso que nos quieren imponer, es verdaderamente de dar tristeza. Progreso significa que aumente la renta, sí, pero no aumenta la distribución entre los ciudadanos, o sea, ¿progreso para cuántos, para cuáles, para quiénes? ¿Quiénes se están quedando fuera del progreso?. En este sentido, una economía boyante, según los teóricos del neoliberalismo, es una economía que fabrica millonarios y pobres a la misma velocidad.

El desprecio por las conquistas laborales del Siglo XIX, es verdaderamente brutal, ¡les vale madres! Ahí están apareciendo todas las formas de destrucción de las relacionales laborales, desde los contratos por colaboración, o aquellos contratos donde al trabajador lo hacen “socio” del proyecto, y se están perdiendo a veces las ocho horas, el domingo descansaremos, el aguinaldo... cientos de miles, millones de trabajadores este año no van a cobrar aguinaldo porque entraron a laborar con contratos partidos, eso en términos sociales es una desgracia.

¿Es el gobierno como patrón un mal ejemplo?

Pregúntatelo en grande, porque la federación es la primera gran violadora de la Ley Federal del Trabajo al permitir, por ejemplo, que en todos los aeropuertos del país haya trabajadores que no laboran para el aeropuerto, trabajan para terceros, mientras que el trabajo en un aeropuerto es permanente y eso pasa por ejemplo en todos los departamentos de limpieza de todos los aeropuertos de nuestro país, tienes un gobierno violador de la ley, violador de la esencia y las garantías, violador del articulo 123, un gobierno antitrabajador.

¿Qué tan complicada fue la investigación?

Fue una investigación muy minuciosa que hice hace treinta años, muy detallada, me metí en las bibliotecas, los archivos, los periódicos, las hemerotecas, los archivos gubernamentales, los archivos de la policía, en Barcelona, y además recopilé todos los libros que había sobre el tema, que eran un centenar, memorias de un cuate, y entonces la investigación era muy elaborada, la terminé, la metí en tres cajas y dije: ¿ahora qué hago? No sabía cómo escribirlo porque hacer épica proletaria no es fácil.

Tienes que encontrar una manera en que se vea la multitud y se vean los avances, y se hable de la asamblea, pero tienes que señalar también cuál fue la voz que habló, quién es este personaje, cómo vive este otro, cuánto te costaba un abrigo viejo en la Barcelona de 1917 y, bueno, me tomó tiempo aprender a escribir un libro así.

¿Otra invitación a conocer la historia desde la literatura?

No a través de la novela, a través de la historia narrativa, cuando hago novelas como La lejanía del tesoro, es cierto, hay una invitación a entrar en la historia a través de la novela, pero cuando escribo el Pancho Villa, la biografía de Mariano Escobedo, la Biografía del Che, lo que hago es utilizar instrumentos de la literatura para escribir la historia, pero es una historia absolutamente rigurosa, sin fantasía, sin ficción.

Pero el lector común prefiere sus historias a las académicas...

Bueno yo le agradezco mucho a los lectores que me escogen, pero eso también es un efecto de los lenguajes herrados, eso es igual que los veterinarios, 'nomás' le hablan a los animales.

¿Cómo ve al México de hoy, al de Ayotzinapa, la fuga del Chapo...?

La reforma neolibreal a destruido este país, la posición política del gobierno de acabar con las Normales nos llevó a ese callejón sin salida que fue Ayotzinapa. Que el Chapo se fugue, pues no debería fugarse, debería estar cenando en Los Pinos, porque hay un pacto entre el narco y el Estado, se pararon las autodefensas para que este pacto prosperara.

Creo que hemos perdido los mexicanos el control de nuestro país, y esta en manos de una ínfima minoría con intereses particulares y muy muy oscuros.

¿Padece el país de indiferencia?

No hay que echarle la culpa al conjunto del país, hay sordos y hay ciegos por todos lados, no todos somos sordos ni ciegos, es decir, cuando alguien me dice: “es que los mexicanos somos dejados, yo digo: “algunos”; hay una respuesta continua hay una reacción permanente, lo que pasa es que hay que hacerla mayoritaria y convertirla en poder.

Parece que no pasa nada, pero 'nomás' parece, haga usted la pregunta maligna, que me la puedo hacer como historiador, ¿por qué el 19 de noviembre de 1910, en México, el ministro de gobernación le mandó un telegrama a su presidente Porfirio Díaz, diciendo: El país esta en absoluta calma. Además, ¿para qué chingados un telegrama si hubiera podido ir caminando de gobernación a palacio?, pero bueno, lo mandó, el 20 de noviembre habían 500 micro insurrecciones en México. O sea, la apariencia de calma, no es calma.

Yo creo que no es que seamos pocos los que cuestionan, creo que lo que pasa es que estamos en posiciones donde nuestra voz tiene poca capacidad de multiplicación, pero somos muchos.