El equipo femenil de ciclismo logró la medalla de bronce en persecución.
La medalla de bronce conseguida por el equipo femenil mexicano en la persecución, en los Juegos Panamericanos Toronto 2015, fue la primera que se obtiene en esta modalidad a cuatro mil metros en pista de 250 metros.
Por ello, Sofía Arreola, Ingrid Drexel, Yarely Salazar y Mayra del Rocío Rocha pasaron a la historia del ciclismo mexicano al obtener el bronce superando al cuadro colombiano en la pelea por el tercer sitio.
Hace cuatro años, en Guadalajara 2011, el conjunto mexicano se colocó en el quinto sitio, pero a tres mil metros, en donde Canadá se hizo del oro con un crono de 3:21.448 minutos, que fue récord panamericano.
Ahora, en los cuatro mil metros, Allison Beveridge, Laura Brown, Jasmin Gleasser y Kirsty Lay repitieron el metal y lo hicieron con récord panamericano de 4:19.664, con el que superaron el 4:24.368 que hicieron la víspera en la etapa de clasificación.
La presea de plata fue para el cuadro estadounidense de Jennifer Valent, la medallista mundial y olímpica Sarah Hammer, Kelly Catlin y Lauren Tamayo con 4:26.040 minutos.
UN BRONCE QUE SABE A ORO
Yarely Salazar se mostró contenta porque en su debut en los Juegos Panamericanos Toronto 2015 vio consumado un sueño que inició en noviembre pasado, en Veracruz, cuando hizo vibrar el velódromo de Xalapa con el oro en la carrera por puntos de los Centroamericanos y del Caribe.
Señaló que los momentos son diferentes porque el oro en centroamericanos se hizo de manera individual y ahora se logró el bronce en conjunto con "grandes compañeras, que saben trabajar y en poco tiempo se contó con un trabajo fuerte para este logro".
Salazar apuntó que las indicaciones del entrenador de origen cubano, Pedro Palmer, fueron importantes durante la carrera, "diría que es como un brujo, porque siempre lo que nos dice pasará; todas nos quedamos impactadas porque lo que dice es lo que pasa".
La sinaloense contó que de camino al velódromo panamericano, estaba ansiosa por estar en la competencia, "ya quería correr, quería saber qué iba a pasar y ya me veía en el podio, fue una carrera de bronce con sabor a oro".