Han sido recuperadas miles de hectáreas de tierras degradadas por la explotación de carbón. (EFE)
Un inmenso tapete verde rompe el paisaje de aspecto lunar dejado por la minería en Albania, en el departamento colombiano de La Guajira, donde han sido recuperadas miles de hectáreas de tierras degradadas por la explotación de carbón.
El área recuperada está dentro de las 69,000 hectáreas de concesión que tiene la minera Cerrejón en esta región del extremo norte del país para explotar durante 50 años La Mina, el mayor yacimiento de carbón a cielo abierto del mundo.
La explotación comenzó en 1984 en el área llamada "Tajo Oeste", donde el gigantesco cráter de más de un centenar de metros de profundidad que dejó la extracción del carbón fue rellenado nuevamente con la tierra estéril retirada y encima se le repuso la capa vegetal para dar vida a un exuberante bosque seco tropical.
Son 3,552 hectáreas que por la minería quedaron convertidas en un polvoriento socavón de color gris y hoy emergen como un oasis de vegetación nativa que fue replantada y al que han regresado especies como iguanas, conejos, pájaros, venados "y hasta dos jaguares" que han sido vistos por la zona, explica Joicy Romero, guía para los más de 16,000 turistas que anualmente visitan el lugar.
En el proceso de recuperación el suelo primero es "reconfigurado" con miles de toneladas de tierra y luego apisonado con la ayuda de bueyes, tras lo cual se siembran los árboles y arbustos, así como pasto Buffel (Cenchrus ciliaris L.), especie nativa de Sudáfrica que se adapta a las tierras áridas y es resistente a las sequías habituales en La Guajira.
"El tema de la rehabilitación de tierras es uno de los elementos donde Cerrejón es pionero y de alguna forma referente a nivel internacional", dijo el presidente de la compañía minera, Roberto Junguito Pombo.
Según Junguito, este programa es pionero porque es la primera vez que se hace en un bosque seco tropical y porque desde que Cerrejón comenzó sus operaciones, hace más de 30 años, se tuvo "la visión de guardar la capa vegetal, aunque no fuera un requerimiento desde el punto de vista ambiental, para reponerla" en cada zona una vez terminada la actividad minera.
"Entonces guardamos la capa vegetal de todas las áreas en donde empezamos la operación y eso es lo que nos permite tener hoy más de 3,500 hectáreas reforestadas (...) que equivalen al 99.5 % de las áreas que han terminado la minería", añadió.
En La Mina, que produce más de 33 millones de toneladas de carbón térmico, Cerrejón ha desarrollado su actividad hasta ahora "en 9,000 hectáreas, de las cuales unas 6,000 siguen activas y más 3,500 están en este momento en reforestación", agrega el presidente de Cerrejón.
Junguito añade que la rehabilitación de tierras es "un proceso de mucho de ensayo y error" donde un grupo de expertos y trabajadores "absolutamente comprometidos con el tema del medio ambiente" hizo la investigación del suelo, escogió las especies a ser plantadas y decidió lo que tenía que hacerse tecnificado y lo que requería bueyes.
La actividad minera se concentra actualmente en los tajos "Lapuente" y "Tabaco", de donde se extraen a diario en media 90,400 toneladas de carbón que en su totalidad son exportadas a países europeos, especialmente Bélgica, Alemania, Noruega y Holanda, así como a Asia y Estados Unidos.
Una vez termine la explotación en esos tajos los cráteres, que en este momento tienen profundidades de 155 metros (Lapuente) y 195 (Tabaco) y miles de metros de extensión, según explican los ingenieros de La Mina, serán rellenados con la tierra estéril que fue retirada del yacimiento y cubiertos con una capa vegetal para que el verde vuelva a crecer en el desolador paisaje.