Labor. Un grupo de trabajadores procede al desmantelamiento de algunas de las tiendas en 'La jungla'.
Francia comenzó ayer el desmantelamiento del campamento de inmigrantes de Calais, el más grande del país, un día después de haber iniciado la evacuación de sus más de 6 mil residentes, un proceso que prosiguió, aunque con una menor cadencia. Operarios de una empresa privada, protegidos por un importante despliegue policial, empezaron a desmontar las primeras chabolas o construcciones rústicas de fortuna donde durante meses han estado viviendo inmigrantes, sobre todo sudaneses, eritreos y afganos, a la espera de poder pasar clandestinamente al Reino Unido.
Así se formó un inmenso campo de refugiados que según las autoridades francesas albergaba a unas 6,000 personas antes del inicio de su evacuación, una cifra que las organizaciones humanitarias elevan hasta las 8 mil.
En dos días, según el comunicado del Ministerio del Interior, las autoridades galas han logrado convencer a 4,014 extranjeros a abandonar voluntariamente Calais para ser trasladados a uno de los 450 centros provisionales repartidos por todo el territorio.
A cambio, los inmigrantes se alejan de Calais, la puerta de entrada al Reino Unido, el destino que les llevó a instalarse en ese poblado chabolista durante meses, porque a su lado está la entrada del túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha y el puerto del que parten los ferris. En el primer día de evacuación fueron 2,378 inmigrantes los que eligieron irse, ayer se les sumaron 1,636.
MIL
Inmigrantes fueron convencidos a dejar Calais.