Logros. Olivia y Yania son madres de Oliver y Andrea de 5 años de edad recién cumplidos. (EL UNIVERSAL)
Olivia Rubio es criminóloga, abogada con especialidad en derecho penal, trabaja en el senado de la República como asesora de la Comisión de Derechos Humanos y contrajo matrimonio en el año 2008 con Yania Córdoba, médico con maestría en criminalística y fundadora de la asociación civil Familia Diversas. Olivia tiene 46 años, y Yania 40, y ambas son madres de Oliver y Andrea de 5 años de edad recién cumplidos.
Contrajeron matrimonio en España el 14 de noviembre del 2008 cuando en la ciudad de México aún no podían casarse las parejas del mismo sexo; ambas vendieron sus autos para poder viajar, después de casi dos años regresaron a México pues la mamá de Olivia fue diagnosticada con cáncer, y comenzaba una crisis económica en España que repercutió en su economía y trabajo. Ya en la Ciudad de México, solicitaron la inscripción de su matrimonio al modificarse el Código Civil del Distrito Federal; obtuvieron el reconocimiento legal de su matrimonio por lo civil después de un proceso de juicio de amparo.
Al poco tiempo decidieron ser madres. Optaron por un proceso de inseminación asistida, eligieron a un donador en un banco de espermas y Yania se embarazó; "ya habíamos planeado que fuera yo quien me embarazara porque soy menor que Olivia. Al recurrir al banco de espermas observamos las características físicas del donador, su nivel académico, su historia clínica, descartando enfermedades crónicas". "Me hacen un ultrasonido, y es cuando nos dicen que estamos esperando gemelos; yo estaba terminando la maestría en criminalística en el Instituto Nacional de Ciencia Forenses cuando nuestros hijos nacieron", narra Yania, mientras su hija Andrea con su vestido blanco y azul le demanda su atención. Andrea quiere galletas. Ambos menores cumplieron años el 2 de mayo pasado; salieron de viaje a la playa.
"Son niños que se han desarrollado en el mundo que le hemos mostrado; hoy están en una escuela que respeta la diversidad, lejos de aquellos que han expresado que una familia como la nuestra es una aberración. Todos los días damos la batalla por la equidad, por la igualdad que merecemos contra aquellos grupos ultraconservadores que opinan que está comprobado que científicamente lo nuestro es una anomalía, una aberración".
Comentan que muchas parejas que no cuentan con la información que ellas tienen, viven su relación en el anonimato; "supimos por ejemplo de una pareja que dijo abiertamente que eran personas lesbianas, y al día siguiente la fachada de su casa apareció pintada con la palabra lesbianas en letras mayúsculas a lo largo de toda la barda. Este es el tipo de parejas a quienes apoyamos a través de Familias Diversas A.C. Muchas de ellas -que tiene a sus hijos en escuelas públicas-, no pueden ostentarse como parejas que viven en la diversidad, pues inmediatamente son discriminadas, sobre todo si viven en provincia".
"El mundo es diverso, pero hay quienes insisten en fomentar únicamente la familia nuclear; pero nosotras tenemos derechos y vamos a seguir yendo por ellos. En el pasado reciente no teníamos derecho a casarnos por lo civil, pero ya lo tenemos. No teníamos derecho a adoptar como familia lesbomaternal; y fue algo que ganamos".
"Los amigos de mis hijos en la escuela no son prejuiciosos", dijo Yania.