Esperanza. Un grupo de 10 integrantes de Vida, estuvo presente en la misa que ofreció el Papa Francisco en Ciudad Juárez.
Aunque el Papa Francisco no abordó el tema de los desaparecidos durante su primera visita a México, especialmente en Ciudad Juárez, integrantes de Grupo Vida llegaron cargadas de energías para continuar con la búsqueda de sus seres queridos.
Doña Concepción Peralta, fue una de las diez integrantes del Grupo Víctimas por sus Desaparecidos en Acción (Vida) que asistió a la misa multitudinaria que celebró el Papa Francisco, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el sitio conocido como "El Punto" en donde se congregaron más de 220 mil almas.
Vivo o cómo sea, pidió encontrar a su hijo, Jorge Alberto Grana, desaparecido hace cuatro años. "Le pedí mucho por mi hijo y por todos los desaparecidos, que nos ayudara, que nos guiara a donde los encontremos como sea, pero para encontrarlos, al menos el mío, como me lo quieran dar, si está vivo estar con él, si no no, para ir a llorarle a un lugar".
Concepción forma parte del grupo que cada sábado recorrer diferentes zonas en espera de encontrar pistas que les permitan dar con el paradero de sus seres queridos. "Quedamos muy motivadas, anduvimos gustosas, llegamos muy bendecidas, trajimos muchas bendiciones para La Laguna", cuenta con emoción la madre de familia.
Las más de 12 horas de viaje y las largas caminatas valieron la pena, pues aseguran que llegaron cargadas de energía, "de energía renovada, para echarle ganas y seguir buscando que es lo que más queremos", dice.
Entre lo más emotivo que escuchó del Papa Francisco y que quedó grabado en ella, fue sobre el cuidado que deben tener los padres con sus hijos.
"Él dijo que le habían mostrado muchos niños pequeños, que les pedía mucho a sus papás que los cuidaran mucho y que siempre vieran por ellos para que los niños no se desviaran, y no entraran sobre las drogas, y no sufrieran las cosas que pasamos nosotros", recalcó Concepción.
