'Son un tiempo de oración y reflexión, para estar preparados y poder recibir al niño Dios en los corazones, el nacimiento de una nueva vida llena de amor y bondad”, explicó Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio. (ARCHIVO)
Estos son ya los últimos días de las tradicionales posadas, las cuales son en sí fiestas religiosas que tienen como fin, preparar la Navidad, inician el día 16 y concluyen el 24 de diciembre.
Las posadas, a lo largo de los años han buscado conmemorar el peregrinar de José y María, quien estaba a punto de dar a luz a su hijo Jesús por los rumbos de Belén hace más de dos mil años, pero en sí, "son un tiempo de oración y reflexión, para estar preparados y poder recibir al niño Dios en los corazones, el nacimiento de una nueva vida llena de amor y bondad”, explicó Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis de Gómez Palacio.
Dijo que también, actualmente ya no se sigue está tradición y que muchas personas confunden la posada que es pedir precisamente una morada para José y María, para luego rezar el Rosario por el natalicio del niño Dios, con un festejo ya sin significado, más que incluir consumo de alcohol y actividades que nada tienen que ver con el origen de la posada, olvidándose completamente de dar gracias por el nacimiento del salvador.