Jugadores de Lanús en festejo con la copa, tras golear 4-0 a San Lorenzo de Almagro en la final de la liga de Argentina.
Lanús se consagró campeón de la liga del fútbol argentino por segunda vez en la historia, al golear 4-0 a San Lorenzo de Almagro en la final jugada en el estadio Monumental de River Plate, con una exhibición de gran poderío y el internacional paraguayo Miguel Almirón como figura.
Un cabezazo de Junior Benítez, a los 17 minutos; un zurdazo de Miguel Almirón, a los 58; un toque debajo del arco del goleador José Sand, a los 73, y una veloz contra de Lautaro Acosta, a los 88, sellaron resultado y le dieron al "Granate" un merecido título.
Bajo la conducción de Jorge Almirón, Lanús ya había sido el mejor en el torneo regular, disputado en dos zonas de 15 equipos, con una final entre los ganadores de ambas.
"No es fácil jugar una final como la que jugamos hoy. Ganamos muy bien, es un día especial para todos, cuerpo técnico, jugadores, la gente, es algo histórico", señaló Jorge Almirón, quien en México dirigió a Dorados de Sinaloa, Tiburones Rojos del Veracruz, Correcaminos UAT y Tijuana.
Lanús había sido campeón argentino una sola vez, en 2007. Además, obtuvo en el plano internacional la Copa Conmebol 1996 y la Copa Sudamericana 2013.
En un estadio Monumental repleto con hinchas de ambos equipos, Lanús impuso un dominio abrumador durante la primera media hora de juego. De arranque, el arquero Sebastián Torrico le negó el gol a Sand, y a los 17 minutos se sacudió la red: San Lorenzo se distrajo a la salida de un córner, abrieron para Maxi Velázquez y éste puso un centro exquisito para que Benítez peinara a gol.
San Lorenzo, que extrañó en demasía al volante Néstor Ortigoza, baja por lesión, lucía aturdido y recién mostró alguna reacción a los 31, con su primer remate a portería rival, un disparo de Ezequiel Cerutti que encontró buena respuesta en el arquero Fernando Monetti. Desde entonces hasta el entretiempo, el equipo de Pablo Guede dio algunas buenas señales, pero careció de pólvora en los últimos metros.
El complemento fue todo de Lanús, un equipo completo, tanto a la hora de defender como de atacar. El disparo de Miguel Almirón palo para el 2-0 sentenció la historia. Y las ajustadas definiciones de Sand y Acosta, en una contra letal sobre el final, no hicieron sino completar la obra de Lanús.
Sand afirmó visiblemente emocionado: "No quiero llorar, es sólo alegría, y estoy muy feliz. Fuimos el mejor equipo, lejos".
