Es verano, y la cigarra está cantando.
Es verano, y la hormiga está trabajando.
Es verano, y el fabulista está componiendo una fábula acerca de la cigarra y la hormiga.
Es verano, y yo estoy escribiendo este texto acerca de la hormiga, de la cigarra y el fabulista.
Es verano, y la única que lo está aprovechando es la cigarra.
El verano, tan lleno de sol y viento tibio, no se hizo para trabajar.
Tampoco se hizo para componer fábulas. Y menos aún para escribir textos.
El verano se hizo para disfrutar la vida.
Cantar es una bella forma de gozarla.
La hormiga, el fabulista y yo somos unos tontos.
La única sabia es la cigarra.
¡Hasta mañana!...