Reto. Las niñas, niños y adolescentes indígenas en México se enfrentan a muchas desventajas.
La jefa de Política Pública de la Unicef México, Erika Strand, señaló que los niños y niñas de familias mexicanas en situación de pobreza, que habitan en zonas rurales y que pertenecen a la población indígena, son los que tienden a enfrentar las mayores desventajas.
Durante la presentación del informe anual del "Estado mundial de la infancia 2016", la experta destacó que en 2014, nueve de cada 10 menores que hablan una lengua indígena estaban en pobreza, mientras que 21.4 millones de la población total del país de 0 a 17 años, se encontraba en la misma condición. En el informe que se da en el marco del 70 aniversario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en el mundo, Strand recordó que en 2014, 23.75 por ciento de las mujeres mexicanas se casaron por primera vez antes de cumplir los 18 años de edad.
En ese sentido, precisó que los tres estados de la República Mexicana con mayor porcentaje de matrimonio infantil en México son Chiapas con 44.82 por ciento, Guerrero con 42.41 por ciento y Oaxaca con 39.17 por ciento, tres de los estados con mayor rezago en el país.
A nivel nacional, dijo, dos de cada mil niñas y adolescentes de 10 a 14 años procrearon cuando menos un hijo, cifra que ascendía a cuatro de cada mil en el caso de Guerrero y Chiapas.
Ante ello, destacó que es necesario que el gasto en desarrollo humano (salud, educación e ingreso), destinado a la infancia, beneficie de manera prioritaria a la niñez indígena.
Strand refirió que de acuerdo con el informe anual, en México se produjeron grandes avances en materia de reducción de la mortalidad infantil, en el número de niños y niñas que van a la escuela y en la cobertura de vacunación.
Lo anterior, toda vez que entre 1990 y 2014, la tasa de mortalidad en menores de cinco años se redujo 63 por ciento, al pasar de 41 por cada mil nacidos vivos a 15.1.
Mientras que en ese mismo periodo, la tasa de mortalidad infantil de niños menores de un año se redujo de 32.5 a 12.5, lo que representa una disminución de 61.5 por ciento.Explicó además que en 2015, 85 por ciento de los niños y niñas de entre tres y 17 años asistieron a la escuela, con un aumento de cuatro puntos porcentuales entre 2010 y 2015.
A nivel nacional la prevalencia de baja talla en menores de cinco años en las áreas rurales (20.9 por ciento) es casi el doble que en las áreas urbanas (11.1 por ciento). El informe precisó que 20 por ciento de los niños, niñas y adolescentes con menor Índice de Desarrollo Humano en el país, debió captar 38.6 por ciento del gasto público, sin embargo, sólo recibió 15.2 por ciento.
Al mismo tiempo, 20 por ciento con mayores niveles de vida, debía recibir 8.9 por ciento del gasto pero obtuvo un 24.2 por ciento.
"En tiempos de austeridad, es estratégico impulsar que las medidas económicas anticíclicas mantengan el nivel de inversión en la niñez, sobre todo la primera infancia y la población más vulnerable, ya que es el retorno con mayores ganancias para México", añadió.
COMPROMISO DE MÉXICO CON SUS INDÍGENAS
En 1992, México reformó su Constitución para incluir en su artículo 4 la definición del país como multicultural y plurilingüe. Este paso constituyó un reconocimiento fundamental de la población indígena en un país que durante años procuró lograr la unidad nacional mediante la homogeneización cultural.
En el campo de la educación se han tomado varias medidas de integración, como la creación del Consejo Nacional para el Fomento Educativo (Conafe) que brinda educación primaria a las pequeñas comunidades rurales dispersas; la Dirección General de Educación Indígena y el modelo de educación intercultural bilingüe.
Sin tiempo para crecer
Según los datos del estudio sobre la infancia entre los pueblos indígenas hecho por Unicef:
-Los tres estados de la República Mexicana con mayor porcentaje de matrimonio infantil en México son Chiapas con 44.82 por ciento, Guerrero con 42.41 por ciento y Oaxaca con 39.17 por ciento.
-Dos de cada mil niñas y adolescentes de 10 a 14 años procrearon cuando menos un hijo, cifra que ascendía a cuatro de cada mil en el caso de Guerrero y Chiapas