Olvidan a la 'Morenita'
La Virgen de Guadalupe ha perdido devotos, porque cada vez hay menos católicos en México, dice Roberto Blancarte, investigador de El Colegio de México y autor del libro Historia de la Iglesia Católica en México.
De una población donde los católicos representaban 98.5%, este porcentaje bajó a poco más de 80%. Además, de acuerdo con una reciente encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), son más los mexicanos (52.7%) que dicen no profesar una fe en particular por algún santo que aquellos que sí tienen un santo de cabecera.
Entre estos últimos, sin embargo, la favorita es la Virgen de Guadalupe. El GCE lo explica así: 48 de cada 100 mexicanos profesa una fe particular por algún santo, y de ellos, 47 son devotos de la Guadalupana.
Sin embargo, el académico Rogelio Martínez Cárdenas, del Centro Universitario de los Altos, en Jalisco, acota: "Aunque para muchos ya no es símbolo de una creencia, la virgen de Guadalupe es parte de nuestra identidad nacional y un referente cultural".
Afirma que una imagen de la virgen, en cualquier parte del mundo, representa la cultura mexicana, "se crea o no en ella".
Para Blancarte, en cambio, la imagen de la Virgen de Guadalupe ha perdido peso en la cultura y la identidad nacionales. "En un país donde más de 20 millones de mexicanos no son católicos, ya no es posible generalizar. Su importancia ya es relativa".
Sigue siendo muy importante para unos, insiste, pero no para todos. "Ni todos los mexicanos somos guadalupanos, ni todos los estratos sociales sienten el mismo fervor o piden su protección", explica el investigador.
No obstante lo anterior, dice, la Iglesia y aun algunos políticos -entre ellos presidentes como Felipe Calderón en su momento y Enrique Peña Nieto- insisten en identificar a todos los mexicanos como guadalupanos.
"Su imagen ha sido utilizada por políticos y por la Iglesia como un elemento unificador, pero la realidad es que no todos los mexicanos se sienten ya bajo su manto protector, y algunos incluso cuestionarán esa protección porque la verdad es que no nos ha ido muy bien", dice Blancarte.
Martínez, por su parte, afirma que el peso cultural de la Virgen de Guadalupe va más allá de la devoción o la creencia. Su imagen, dice, la vemos incluso entre las comunidades de migrantes mexicanos. "Es como un símbolo de las comunidades migrantes, una identidad de origen", explica.
Sólo en Nueva York, hay más de 50 organizaciones guadalupanas de migrantes, que cada año participan en los festejos del 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, que organiza la Asociación Tepeyac del padre jesuita Joel Magallán.
Para el académico jalisciense, su fuerza de cohesión tiene otra connotación porque su origen es distinto de los símbolos patrios como la Bandera o el Himno.
"La Virgen nace al revés, de la propia gente, de la comunidad, como un símbolo de identificación. No fue impuesto por nadie. No está impuesto que tenemos que identificarnos con cierto símbolo".
PIERDEN FELIGRESES
El origen de la Virgen se remonta a su aparición en el Cerro del Tepeyac, donde antes los aztecas adoraban a la diosa Tonantzin. Por su aparición precisamente en ese cerro, donde fue construida la primera Basílica de Guadalupe, hay gente que opina que en el milagro de su aparición hubo intervención humana.
Hay historiadores que aseguran que los primeros misioneros franciscanos, como Fray Juan de Zumárraga, utilizaron a la Virgen de Guadalupe como una estrategia para que los indios de México vieran cómo su diosa Tonantzin se había convertido en Guadalupe y la adoptaran.
Sobre su aparición, su origen y su papel en la cultura y la religión de México hay distintas versiones que, en ocasiones, han despertado controversia.
Su imagen, siempre, ha estado vinculada con la población menos favorecida. "Sí tiene una connotación con las clases desposeídas, en el sentido de que la protección divina es una protección de aquellos que tienen necesidad de ayuda y que no tienen a quién recurrir. Para ellos, la identidad divina se vuelve muy importante. Es su ancla frente a los problemas que enfrentan".
Para la Iglesia católica mexicana, la imagen de la Virgen de Guadalupe también ha sido un elemento que apuntala a esa institución en México.
"La imagen de la virgen de Guadalupe representa el nacimiento de la fe católica en México, del sacerdocio local", explica Martínez Cárdenas. "Es el primer símbolo nacional o americano de los mismos sacerdotes. Ya no representa a una religión importada, sino local, y es un símbolo que le da identidad y cohesión a una población".
El académico advierte que la pérdida de feligreses, de creyentes en la fe católica, evidentemente ha afectado el culto guadalupano. Es un problema complejo, dice, que atañe también a la Iglesia.
"Había un pueblo totalmente católico, y no hicieron mucho más que mantenerlo. Pero se les olvidó hacer el trabajo (pastoral) que otras Iglesias comenzaron a hacer. Ahora quieren retomarlo para rescatar todo lo perdido".
Por lo pronto, en la Basílica de Guadalupe y sus alrededores, ya comienzan las preparaciones para recibir a los peregrinos que, como cada año, celebrarán a la Virgen de Guadalupe.
LA OTRA VERSIÓN
Del origen de la Virgen de Guadalupe se ha dicho incluso que su imagen en realidad proviene de España.
De acuerdo con un reportaje publicado en la revista Proceso en diciembre de 2003, a mediados del siglo XII el vaquero Gil Cordero se encontró una pequeña imagen morena de la Virgen María, en los márgenes del río Guadalupe, en la sierra de Villercas, provincia de Cáceres, España. De ahí el motivo de su nombre de Guadalupe, por ser hallada en ese río que cruza la región de Extremadura.
En ese lugar, en el año 1338 el rey Alfonso XI mandó levantar un templo dedicado a la virgen de Guadalupe. Incluso se dice que los primeros indígenas americanos llevados por Cristóbal Colón a España fueron bautizados en ese templo en 1496.
Además, en la parte de historia que reclaman los españoles dicen que Hernán Cortes, originario de aquella región, arribó a América con un estandarte de la virgen de Guadalupe, y que fue él quien mando construir una ermita en el cerro del Tepeyac, donde colocó una copia de la imagen de la virgen de Guadalupe.
Para historiadores y autoridades eclesiásticas de aquella provincia española, fue así como el culto a la Virgen de Guadalupe fue llevado a la Nueva España por los primeros evangelizadores.
Si quieres conocer los resultados de la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, visita:
Http://kaleydoscopio.mx/index.php/archiveros/item/5224-la-guadalupana-tiene-mas-devotos-que-otros-santos
Recinto católico más visitado del mundo
Ubicada en la delegación Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, la Basílica de Guadalupe es el santuario más visitado del mundo, hasta donde arriban peregrinos provenientes de diversos puntos de la República Mexicana, así como turistas de distintas partes del mundo.
"La Basílica de Guadalupe en la #CDMX, es el Santuario Mariano más visitado del mundo #PresumeTuCDMX", ha destacado la Secretaría de Turismo capitalina en su cuenta de Twitter @TurismoCDMX.
El templo que cumplió 40 años el pasado 12 de octubre, actualmente resguarda la imagen de la "Morenita del Tepeyac" y se consagró el 12 de octubre de 1976.
Tiene una arquitectura más moderna y responde a la función de acoger a los miles de peregrinos que la visitan todos los días del año y que llegan de todas partes del mundo.
De acuerdo con información de la Arquidiócesis de México, este recinto se construyó de base circular, con 100 metros de diámetro, para que el mayor número de visitantes pudieran participar de las celebraciones litúrgicas y admirar la belleza del ayate de Juan Diego.
También remite a la idea de universalidad de Dios, mientras que la cubierta, al ser como una gran carpa, recuerda la tienda que usaban los judíos en su peregrinar por el desierto y es símbolo del manto de la virgen que protege a quien la visita.
El interior de la Basílica tiene una capacidad para 10 mil personas, ubicadas en la parte central y en las nueve capillas del piso superior, que en caso necesario, pueden prestarse para ceremonias distintas a la del altar mayor.
En el sótano de este recinto se ubican las criptas, con más de 15 mil nichos y 10 capillas para recordar a los difuntos que ahí descansan.
El edifico fue realizado a partir de un proyecto de Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto mexicano conocido por obras como la del Museo Nacional de Antropología, ubicado en el bosque de Chapultepec en la capital del país. (Notimex)
Reúnen a miles de peregrinos
Hay tres santuarios católicos que reciben cada año a miles de fieles.
1.-Basílica de Guadalupe, Ciudad de México, México
⇒ Inaugurada en 1976, la Nueva Basílica de Guadalupe aloja en su interior la Tilma de San Juan Diego, que contiene la imagen de la Virgen de Guadalupe. Su arquitectura es moderna y el techo está conformado por una planta circular color turquesa, que representa el manto de la Virgen. A unos pasos se encuentra el Templo Expiatorio a Cristo Rey, o la Antigua Basílica, abierto desde 1709. Se realizan visitas guiadas gratuitas en el Recinto Guadalupano que incluye otros templos.
2.- Santuario de Lourdes, Lourdes, Francia
⇒ Es un complejo de 22 templos para la Virgen de Lourdes, conocida por sus curaciones milagrosas. La Gruta de Lourdes es la formación de roca donde se le apareció a Santa Bernardita, en el siglo XIX. La Basílica de la Inmaculada Concepción fue construida después de que las manifestaciones de la Virgen fueron reconocidas como auténticas. En una de ellas, pidió que se hiciera una capilla. Su arquitectura es de tipo ojival, de estilo gótico.
3.- Santuario de Fátima, Santarém, Portugal
⇒ El sitio principal de culto es la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, cuya edificación comenzó en 1928. La construyeron después de una serie de apariciones en 1917, ante tres niños pastores: Francisco y Jacinta Marto y su prima Lucía; los dos primeros son beatos. La torre mide 65 metros de altura y tiene una corona de bronce, de siete toneladas. El santuario también incluye una columnata, situada afuera de la Basílica, que contiene 200 columnas y 14 altares.