Las aportaciones de agua a las presas El Palmito y Las Tórtolas durante el mes de agosto fueron extraordinarias en un tiempo muy corto, principalmente en Las Tórtolas que es un embalse regulador con poca capacidad de almacenamiento, lo que obligó a CONAGUA a desfogar un volumen importante de agua excedente en esta presa, al principio por los canales de riego y después por el cauce seco del río Nazas. Cabe destacar que está avenida es diferente a las anteriores cuando se tuvo que soltar agua en El Palmito.
El agua vertida en la represa de San Fernando, primero se fue infiltrando en el subsuelo en el tramo San Fernando-Calabazas del río Nazas, zona con muy alta permeabilidad y fallas geológicas en las rocas calizas del fondo del cauce, por lo que al inicio el avance de la avenida fue muy lento en este tramo hasta llegar y cruzar Calabazas después de 24 horas. Es importante mencionar que cuando los escurrimientos transitan por el cauce con baja velocidad se disminuye el arrastre de arenas en el agua que se infiltra y se reduce la socavación de los suelos aledaños.
En el conjunto de acciones propuestas en el 2010 por el Consejo Ciudadano por el Agua, A.C. en el Plan Estratégico para el Abasto Sustentable de Agua (PEASA) para la Comarca Lagunera, se incluyó la recarga del acuífero en el tramo San Fernando-Calabazas para crear una reserva urbana en la zona metropolitana, mediante la infiltración durante cuatro meses de 100 millones de metros cúbicos (Mm3) cada año. Para este proyecto se planteó a CONAGUA la construcción de varios pozos de observación de niveles freáticos a distintas profundidades en este tramo, que si ahora se tuvieran permitiría obtener mejor información sobre los flujos subterráneos en esa zona.
Sin embargo, esta propuesta de recarga del acuífero no prosperó porque CONAGUA la consideró de alto riesgo para las colonias aledañas al cauce del río Nazas, ya que en 1990-1991 se tuvieron hundimientos en algunas casas con una avenida extraordinaria. En esta decisión intervino el Servicio Geológico Mexicano, cuyas evaluaciones se habían circunscrito solamente a las colonias y no se había investigado la interrelación hidrogeológica entre el cauce del río Nazas y el área habitacional colindante. Por tal motivo, se canceló la construcción de los pozos de monitoreo y una prueba preliminar con 10 m3/s de recarga que se propuso para desfogar al cauce del río Nazas a través de una estructura vertedora con compuerta que recientemente se instaló en el borde lateral de la represa de San Fernando.
Debido a que no se cuenta con la instrumentación necesaria para medir la recarga en el acuífero, se desconoce el volumen que se ha estado infiltrando en el cauce del río Nazas, por lo que únicamente se infiere que una parte importante de los escurrimientos se están infiltrando circunstancialmente, sobretodo en el tramo de San Fernando-Calabazas. Ahora, sólo nos queda esperar a que CONAGUA y los sistemas de abastecimiento realicen mediciones de los niveles freáticos en algunos pozos del área conurbada para conocer los efectos de la recarga del acuífero.
