Jesús Dueñas (i) protege el balón ante la marca de Javier Cortés. (EFE)
Si había dudas de por qué Alejandro Palacios ha sido considerado para ser portero de la selección mexicana, éstas las disipó con su actuación frente al campeón Tigres.
El llamado "Pikolín" fue el hombre clave para que los Pumas salieran con vida del "Volcán" y arrancaran un punto gracias al empate a cero goles.
La apuesta de Memo Vázquez funcionó, porque prefirió sacrificar unidades en la Copa Libertadores, donde mandó a un equipo B, para hacerle frente a los felinos del norte y no rezagarse aún más en el torneo de Liga, en el cual se encuentran cerca de zona de calificación al sumar doce unidades, en tanto que los dirigidos por Ricardo Ferretti llegaron a 15 y se mantienen dentro de los primeros ocho de la tabla.
La diferencia de planteles se notó de inmediato, aunque los Pumas dieron el primer aviso al estrellar el balón al poste, la mayoría del juego se realizó en campo auriazul, ante el acoso regio.
Palacios salvó las llegadas de Rafael Sobis, André-Pierre Gignac y Damián Álvarez, de todas formas, con un gran lance o con un gran recurso utilizando los pies en momentos claves, como en esa jugada donde Gignac remató y el portero alargó la pierna para evitar que la pelota entrara.
En el duelo entre los finalistas del torneo pasado decepcionó, se esperaba más garra, entrega y emociones de ambos lados. Pumas se sale con la suya a medias, porque no perdió, y Tigres comienza a preocuparse, porque de los últimos cuatro juegos, sólo ha ganado uno. Parece que la pólvora se le ha secado a sus poderosos atacantes.
