El periodismo deportivo en nuestro país data desde 1930 con la aparición de La Afición, fundada por Alejandro Aguilar Reyes, mejor conocido como "Fray Nano'', quien fue fundador de la Liga Mexicana de Beisbol en 1925, de la Comisión Nacional de Boxeo y promotor de la Lucha Libre en México, así como creador del primer diario deportivo del mundo.
Fue en los inicios de 1930 cuando el entonces joven Alejandro Aguilar Reyes decidió hacer un periódico completo dedicado al deporte una vez a la semana, luego dos veces a la semana y llegó el momento histórico en que se editó todos los días para ser el primer diario deportivo en todo el mundo.
"Fray Nano'' tuvo como cofundadores a Carlos Quiroz, "Monosabio'', quien naturalmente escribía de toros, y Manuel Fernández, "Don Facundo''. Se le recuerda también por haber iniciado las compilaciones del circuito de verano en 1937 y haber tenido la idea de fundar el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, con motivo del primer centenario del beisbol en nuestro país.
Alejandro Aguilar Reyes fue electo al Salón de la Fama del Beisbol en 1971, ingresando de manera oficial en la primera ceremonia, la cual fue celebrada en la ciudad de Monterrey en 1973. "Fray Nano'' falleció el dos de noviembre de 1961. A 54 años de su partida, su recuerdo sigue vigente. Este legendario personaje es uno de los periodistas más reconocidos de todos los tiempos.
LUCIANO CONTRERAS
El torero Luciano Contreras apoyado por el periodista César Hernández Palacios fundó el 27 de enero de 1947 el diario Ovaciones, que inició como un semanario taurino, posteriormente se convirtió en un periódico deportivo con una sección de información general. Hernández Palacios fue su primer director. Después llegó de su natal Mérida otro genio del periodismo deportivo, Flavio Zavala Millet, de gran trayectoria, que se convirtió en un auténtico pilar de este medio informativo.
Ovaciones le dio mucho impulso a los toros, como era natural, por Luciano Contreras y al futbol. Al igual que el ESTO, era muy gráfico y como le daba mucho espacio al futbol se convirtió en gran competidor de ese periódico, ya que La Afición era más beisbolero que futbolero. Ovaciones es el que más cambios de propietarios ha tenido, primero Luciano Contreras, le siguió Fernando González Díaz Lombardo, más tarde Fernando González Parra, luego Alberto Ramírez, Alejandro Burillo y Mauricio Vázquez Raña.
EL CORONEL GARÍA VALSECA
Una de las grandes figuras del periodismo deportivo es el Coronel José García Valseca, fundador del ESTO, quien nació el siete de enero de 1902 en la ciudad de Puebla, en donde realizó estudios de Primaria hasta la edad de 12 años. A los 13 años se enroló como soldado en el ejército de don Venustiano Carranza durante la Revolución Mexicana, en la cual participó en 73 hechos de armas, según consta en la Secretaría de la Defensa Nacional.
En 1917 García Valseca participó en el ataque y toma de la ciudad de Chihuahua con las fuerzas del general Francisco Murguía, en ese entonces tenía el grado de Capitán. En 1918 fue herido durante un combate. El caballo en que montaba cayó y le quebró una pierna, que le fue inmovilizada con tejamanil, a consecuencia de lo cual le quedó algo más corta que la otra, por eso después fue necesario que usara zapatos diferentes, hechos a la medida, con un tacón más alto y otro más bajo.
Durante la Revolución Mexicana obtuvo licencia del Ejército y se reintegró a la vida civil para fundar en la ciudad de Puebla su primer periódico, "El Rayo'', el cual ganó la nota del asesinato de Emiliano Zapata el diez de abril de 1919 con una "Extra'' que circuló a las 11 de la noche. Este diario tuvo una corta vida de cinco meses, ya que las autoridades locales se inconformaron porque denunciaba los abusos cometidos por funcionarios. A la edad de 19 años García Valseca vivió su primer tropiezo en el campo periodístico.
Regresó al Ejército y el 22 de diciembre de 1923 participó en el ataque y toma de la ciudad de Puebla, de la que había salido a la Revolución Mexicana diez años antes. En 1924 combatió en su Estado natal contra fuerzas delahuertistas de los generales Fortunato Maycotte e Higinio Aguilar. Participó también ese año en la toma de la ciudad de Oaxaca.
Después de esto pidió licencia y se dedicó a recorrer varios Estados como agente viajero con la representación de varias casas comerciales. Los recorridos los hacía parte a tren, parte a caballo y a veces a lomo de mula. Había pocos y malos caminos en ese entonces.
Volvió a pensar en el periodismo y después de ser corresponsal de dos periódicos de la Ciudad de México en Oaxaca, en donde editó una revista con noticias de la provincia. Regresó a la Ciudad de México en 1932 para lanzar una pequeña revista de cuentos, de aventuras, una especie de melodrama de la vida real, pero básicamente ilustrado, con muy breves títulos y textos para llegar a la masa del pueblo.
La revista se llamó Paquito y dio en el blanco. Gente que apenas sabía deletrear encontraba fácil la lectura de esa pequeña revista, que ganó mercado en misceláneas, peluquerías, vecindades y mercados, primero en la Ciudad de México, luego en los Estados, en las medianas y pequeñas ciudades, incluso, en rancherías. Gracias al éxito de su publicación surgió otra revista más o menos semejante, el Pepín, que desde el primer número ganó lectores. (Concluirá el próximo miércoles).
¡Hasta la próxima!
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