Cifras. Siguen siendo pocos los incendios registrados y mucho menor el número de hectáreas dañadas.
SAúL MALDONADO
El Siglo de torreón
La temporada de incendios forestales inició oficialmente en este mes de febrero, aunque no se ha realizado ningún evento protocolario al respecto. Sin embargo, Durango ya reporta 11 incendios forestales en este año con una afectación de 86.3 hectáreas.
De acuerdo con los datos con que cuenta la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la mayor afectación se ha dado en material herbáceo, es decir, hierba seca o pastizal, con el 84 por ciento; sólo el 6.5 por ciento es en arbustos y el 8.87 por ciento es en hojarasca.
Durango sigue siendo el municipio, hasta ahora, con el mayor número de siniestros, con cinco, y un daño en 56.5 hectáreas, seguido por Mezquital, con tres, y afectación en 18.65 hctáreas.
San Dimas, Lerdo y Tepehuanes con un incendio cada municipio y con afectación de 7.1, de una y de tres hectáreas, respectivamente.
Con base en las estadísticas, comparativamente con el año próximo pasado, este año sí se tiene registro de incendios debido a que en el 2015 los primeros siniestros se suscitaron hasta el mes de abril.
Sin embargo, en el año 2014, durante los meses de enero y febrero se tenían contabilizados ya 13 incendios con 264 hectáreas afectadas, aunque en ese año en enero solo hubo un incendio y los otros 12 fueron en febrero.
Para el 2013 se tenían 41 siniestros en los dos primeros meses de ese año, pero con mil 210 hectáreas incendiadas y un año antes; en el 2012, en los mismos meses referidos, se tenían contabilizados 22 incendios con mil 250 hectáreas dañadas.
Ante esto, y porque ya se encuentran en la temporada de incendios, las autoridades de la Conafor hacen el llamado a los habitantes de la zona serrana y los citadinos que acostumbran salir a pasear a la Sierra a evitar tirar colillas de cigarro porque el pasto seco es combustible para los incendios forestales.
Si se prende una fogata es necesario cerciorarse de que esté bien apagada con agua y tierra para evitar que un fuego mal apagado y con los aires que de repente se registran en febrero se suscite un incendio forestal.
EL SIGLO DE TORREÓN