Foto: Archivo Siglo Nuevo
Todas las niñas y niños en algún momento sueñan con ser como mamá o papá. Admiran y sobrevaloran sus cualidades y tal vez piensan en algunos aspectos de su personalidad que no les gustaban y quieren que sean diferentes, ¿de qué manera el comportamiento de los padres influyen en el comportamiento de su etapa adulta?
Desde pequeños los niños tratan de imitar a sus padres en todo, aún y cuando no han desarrollado el lenguaje verbal, observan y repiten sus gestos, palabras y conductas, están en un proceso de identificación y aprendizaje continuo en el que a través de la interacción directa sus padres se convierten en modelos a seguir, llegando a desear en algún momento ser igual que sus progenitores cuando se conviertan en adultos.
“Las cualidades de los padres quedan inscritas en el espíritu de los hijos, igual que los dedos de un niño en las alas de una fugitiva mariposa”, decía José Martí.
Los padres se convierten en modelo de conducta y de amor para sus hijos, el proceso de identificación es una de las necesidades de todos los seres humanos desde la edad más temprana del desarrollo, el vínculo que establecen entre sí, podría determinar su comportamiento psicosocial.
Cuando los niños comienzan a descubrir el mundo, lo hacen a través de los ojos de sus progenitores; aunque la personalidad también se conforma por aspectos genéticos, las pautas de conducta que se derivan de la observación, identificación y el lazo afectivo que tengan con sus padres puede ser determinante para lograr un desarrollo pleno, conforme vayan creciendo aprenderán a generar sus conclusiones del mundo que los rodea e incluso se cuestionarán si existe congruencia entre lo que los adultos dicen y hacen.
Los modelos de conducta que se transmiten de generación a generación son influenciados por el contexto sociocultural, los valores, las creencias, costumbres y normas de comportamiento.
LA IMPORTANCIA DE UN BUEN EJEMPLO
Los primeros seis años de vida son clave para la formación de la personalidad de los niños, aunque los padres traten de educar a sus hijos de acuerdo a lo que socialmente se espera de ellos, los niños aprenderán a comportarse de acuerdo a lo que observan en su proceso de identificación con sus figuras principales, por eso es importante que exista congruencia entre lo que los padres enseñan y hacen, la transmisión de valores y principios se aprenden mejor con el ejemplo.
El modelo de relación interpersonal de los niños lo aprenderán de la interacción entre sus padres, si como pareja no se llevan bien y se faltan al respeto delante de sus hijos, pedirles respeto hacia sus pares sería incongruente, para ellos las acciones que observen siempre tendrán más peso que las palabras.
Otro aspecto importante es la forma en cómo los adultos les enseñan a resolver los problemas cotidianos, cuando son pequeños lo ideal es que se sientan apoyados y los guíen para buscar siempre la mejor opción de solución, cuando los hijos adquieren seguridad, con el paso del tiempo pedirán que les den oportunidad de resolver solos alguna situación que se les presente, siendo una oportunidad de propiciar la autonomía en ellos.
Los niños deben sentirse amados, cuidados, protegidos y respetados, brindarles una casa no es lo mismo que darles un hogar, durante su crecimiento, los padres además de ser sus modelos a seguir serán sus guías para que logren avanzar día a día hasta encontrar su pasión de vida, para que cuando sean adultos se sientan plenos y disfruten cualquier actividad que hagan sabiendo que si en algún momento se equivocan, adquieren un aprendizaje que les ayudará en sus decisiones siguientes.
Ser padres es un trabajo de 24 horas al día, con paciencia, constancia y tolerancia lograrán el desarrollo óptimo de sus hijos, a través de su ejemplo aprenderán también a demostrar sus emociones y sentimientos, pueden hacerles saber su malestar, enojo o tristeza sin herirlos, los hijos sabrán que su conducta puede generar un impacto en los demás.
APRENDER DEL ERROR
Equivocarse no es motivo de sentirse avergonzados, de cualquier situación se puede obtener un aprendizaje y eso siempre será positivo, algunos padres intentan cambiar insistentemente en sus hijos aspectos de personalidad que no se atreven a cambiar en ellos mismos.
En ocasiones, por temor a ser señalados, los padres se muestran demasiado flexibles y no se atreven a ser firmes al establecer límites, los hijos necesitan que sus padres sean ejemplo de confianza y seguridad en la toma de decisiones, eso influirá en el desarrollo de una autoestima positiva.
Para los hijos es muy importante la coherencia entre lo que sus padres dicen y hacen, un error común es transmitirles el mensaje de “haz lo que digo, no lo que hago”.
VALIOSA RECOMPENSA
Formar niños que se convertirán en adultos felices con sentido común, congruencia y autocontrol es la mejor recompensa para los papás, son un espejo en el que se verán reflejados en diferentes momentos de su vida.
Como sea que haya sido nuestra historia personal, la mejor manera de honrar la vida que nos fue dada a través de nuestros padres es buscar siempre ser felices, disfrutar lo que hacemos, luchar por lo que queremos y compartir las enseñanzas que nos ayudaron a salir adelante despertando el amor y la compasión en los demás a través de nuestras acciones.
Nada proporciona mayor tranquilidad y seguridad a un hijo, que saberse guiado y protegido por unos padres fuertes, felices y seguros de sí mismos.
Amar a tu hijo significa que puedes sentir y mostrar todos tus sentimientos, tu amor, así como tu enojo, tu aprobación, tu desaprobación, tu alegría y tu tristeza. Significa saber cuándo ayudarle y cuándo dejarlo enfrentarse sólo a una situación; significa respetar inmensamente su propio camino sin entrometerse más de lo que te corresponde, sin intentar allanárselo y facilitárselo, o peor aún, modificárselo; significa que entiendes cuándo su alma ha elegido vivir una experiencia y le permites vivirla porque tienes la humildad de saber que aún siendo su padre, ignoras en gran medida los motivos de su alma y el sentido profundo de su vida.
Twitter: @Marimar_Centeno