El 5 de febrero de 1917, el jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, presentó en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro a nuestra actual Constitución. (ARCHIVO)
El antecedente más directo de nuestra actual Constitución es la del año 1857. Esta fue establecida gracias a un Congreso Extraordinario que tuvo su sede en la Ciudad de México tras firmarse el Plan de Ayala que desconoció al gobierno de Santa Anna.
En febrero de 1857 se aprobó esa Constitución bajo la presidencia de Ignacio Comonfort, sin embargo fue desconocida a los pocos meses y sobrevino una rebelión debido a la inestabilidad que imperaba en el país y que trajo como consecuencia la Guerra de Tres Años, también conocida como Guerra de Reforma, entre conservadores y liberales.
Tras la Revolución de 1910, que luchó contra la dictadura de Porfirio Díaz, en diciembre de 1916, el entonces primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el coahuilense Venustiano Carranza, lanzó una convocatoria para realizar un Congreso que reformara la Constitución de 1857 y la adaptara a las condiciones que vivía el país en esos tiempos.
El documento al que llegó el ideal promovido por Carranza fue uno que sufrió varias modificaciones y adaptaciones del establecido en el 57 y cuyo uno de sus puntos máximos es la no reelección de los presidentes.
El 5 de febrero de 1917, el jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, presentó en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro a nuestra actual Constitución, que entró en vigor a partir de mayo de ese mismo año.