La cantante Soledad Giménez, quien formó parte del grupo Presuntos Implicados y es intérprete de temas como La noche y Cómo hemos cambiado, celebra este lunes 54 años de vida. (ARCHIVO)
Soledad Giménez nació en París, Francia, el 27 de febrero de 1963. Sus padres eran emigrantes que regresaron a España cuando ella tenía cinco años.
Se instalaron en Yecla (Murcia), donde transcurrió su niñez y adolescencia. Allí hizo sus pininos en coros de iglesia. Con su hermano Juan Luis formó parte de un grupo de folk llamado Arabí.
La creación de Presuntos Implicados fue una iniciativa de Juan Luis cuando éste ya estudiaba en Valencia. Entonces la de Sole era una voz secundaria, la de una estudiante de Arte que colaboraba en el grupo de su hermano.
Ella estaba metida en el mundo de la ilustración y formaba parte del equipo de una revista que se llamaba Marca Acme. De ahí que la portada del maxisingle Miss circuitos fuera una ilustración de Fernando Vicente, siguiendo la estética de una época en que el cómic estaba de moda y era signo de modernidad.
En el álbum Danzad, danzad, malditos, además de la voz principal, Sole ya puso las letras de dos canciones, Marca Acme y Te voy a provocar.
El disco, que entre otros fallos propios de la novatada tenía el de una cantante obligada a interpretar en un tono extraño a ella, no funcionó.
El proyecto quedó en un disco seco y Sole se dedicó a terminar Bellas Artes. El hecho de tener estos estudios y moverse en el mundo de la ilustración y el diseño, ha influido en que ella se haya ocupado siempre de pensar, encargar y controlar las portadas de Presuntos Implicados.
En la grabación del segundo álbum, De sol a sol, se confirmó como cantante con un repertorio ya escrito en su tono. Contribuyó, además, a la escritura de cuatro de las siete canciones incluidas en el álbum.
Entre ellas, la titulada En la oscuridad, esa pieza con música de Nacho Mañó que llamó de nuevo la atención sobre el grupo a escala estatal.
El trío fichó por WEA y a partir del primer álbum con esta compañía, Presuntos Implicados construyó una sólida carrera, profesional y sin apenas altibajos, a la que ha ido ligada la trayectoria de aquella estudiante de Arte que ni por asomo se había planteado ser cantante profesional.
Asumido este nuevo papel en su vida, no hubo titubeos hasta que con el cuarto álbum, Ser de agua, llegó el éxito comercial.
Tras el consiguiente viaje a Latinoamérica, a finales de 1992, la cantante volvió embarazada de su primera hija, Alba, a la que dedicó la canción Mi pequeño tesoro.
Era ésta una de las canciones estrellas de El pan y la sal, el álbum que vino a continuación y con el que ese éxito se confirmó, a la vez que las exigencias asociadas a las ventas masivas y al reconocimiento público.
Para Sole Giménez, fue el momento de decidir si quería ser definitivamente cantante, dedicarse a una profesión que cuando las cosas van bien le obligan a un intenso trabajo de promoción, a largas giras en las cuales ha de separarse de los suyos y otras concesiones respecto a su vida personal.
Y decidió que sí, que quería ser cantante, pero no a toda costa. Eso significaba establecer un fino equilibrio entre la vida profesional y la privada que se ha mantenido hasta la fecha.
En ese crecimiento personal y profesional en gran medida ligado a Presuntos Implicados, la hasta entonces cantante y compositora dio un salto importante al enfrentarse decididamente con la producción de canciones. Fue con el álbum Gente, que vio la luz en 2001.
El siguiente paso de relevancia se produjo en 2003, cuando decidió hacer un álbum en el que todas las decisiones dependían de ella. Se trata de Ojalá, su primer álbum en solitario.
Desde el año 2006 continúa su carrera en solitario consolidando su estilo y personalidad en cada uno de los cinco discos que hasta la fecha ha editado, de marca inconfundible.
La felicidad, grabado y editado en 2007 es un disco de canciones inéditas de hermosa belleza donde Sole retoma su faceta de compositora en una línea todavía pop soul, pero con una clara aproximación al jazz. Fue producido por el gran Javier Limón.
Dos gardenias, disco editado en 2009, es el primero de los álbumes en los que la artista se adentra en el sonido más puro del latin jazz de la mano de grandes músicos del género y de un repertorio brillante de autores latinoamericanos. Esta producción da un giro espectacular a su carrera y la encumbra todavía más en los países de habla hispana.
Pequeñas cosas (2010), con repertorio de autores españoles, sigue los pasos del disco anterior, navegando por los preciosos ritmos del latin jazz: boleros, swing, chacarera, danzón y son, donde las canciones cobran una nueva dimensión.
El cielo de París (2012) está íntegramente dedicado a las maravillosas y eternas canciones de la música francesa.
En 2013 sustituyó a Mónica Naranjo en la semifinal de El número uno; ese mismo año colaboró con María Dolores Pradera para su disco Gracias a vosotros, ambas grabaron el bolero Contigo en la distancia.
En 2014 interpretó junto a Víctor Manuel la canción La madre en el concierto Víctor Manuel: 50 años no es nada, celebrado el 12 de septiembre de 2014 en Oviedo en las fiestas de San Mateo.
En 2015 ofreció diversos conciertos por España para continuar con los festejos por tres décadas de trayectoria, uno de ellos el efectuado en el Teatro Gayarre de Pamplona, España; y el 28 de febrero se presentó en el Auditorio Joaquín Rodrigo, en Las Rozas de Madrid.
La celebración de los 30 años de carrera se coronó en el 2014 con la placa discográfica Como hemos cambiado, en el que incluyó algunos de los éxitos que logró con el grupo Presuntos Implicados y en solitario, incluso, grabó tres temas inéditos.
En México, Sole Giménez presentó dicho disco el 31 de enero en El Plaza Condesa, en donde recibió una campana artesanal como reconocimiento por su presencia continua en la música cantada en español.