Jean Paul Sartre dejó una amplia obra filosófica pero también novelística y dramática. (ESPECIAL)
Considerado el filósofo existencialista más comentado y de mayor notoriedad en Europa, Jean Paul Sartre dejó una amplia obra filosófica pero también novelística y dramática, en la que plasmó su postura basada en la responsabilidad del hombre sobre sus actos, más allá de la existencia de Dios.
Para los estudiosos de su obra, esa postura ha quedado de manifiesto en un compendio de frases célebres que recogen sitios como Proverbia.net o frasesypensamientos.com, como en las que señala que “El hombre nace libre, responsable y sin excusas”.
“Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es” o “Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace”, son algunas otras de estas máximas que permean su pensamiento y su obra.
Sartre, quien es recordado a 37 años de su muerte, que se cumplen hoy, nació el 21 de junio de 1905, en París, Francia. Fue hijo del oficial naval Jean-Baptiste Sartre y de Anne-Marie Schweitzer, hermana del premio Nobel de la Paz, Albert Schweitzer.
Jean-Paul Charles Aymard Sartre, por su nombre de pila, tenía 15 meses cuando se quedó sin padre y quedó bajo la tutela de su abuelo Charles Sartre, quien le enseñó matemáticas y literatura clásica.
Según sus biógrafos, cuando leyó en su adolescencia el Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia, de Henri Bergson, Sartre supo que el camino que debería emprender sería difícil, pues la filosofía lo envolvió como un modo de ver la vida.
Estudió en la Escuela Normal Superior de París, donde conoció en 1929 a Raymond Aron y a Simone de Beauvoir, de quien Sartre se enamoró y con quien vivió una relación no monógama pero inseparable.
Se graduó de la Escuela Normal Superior con un doctorado en Filosofía y sirvió como conscripto en el ejército francés de 1929 a 1931, aunque su vida se caracterizó por su actitud militante en la Filosofía.
Sartre rechazó durante mucho tiempo la noción de "lo inconsciente" planteada por Sigmund Freud, pues argumentaba que lo inconsciente era un criterio "característico del irracionalismo alemán", por lo que el filósofo francés intentó un "psicoanálisis existencial".
Uno de sus trabajos más importantes, que definió su perfil filosófico, fue El existencialismo en un humanismo (1946), en donde defiende el existencialismo de sus críticos, que al final requieren la falsificación de sus ideas.
En 1943, Sartre se definía por El ser y la nada, aunque tuvo un lado político intelectual, tal es el caso que en 1948 escribió Manos sucias, en donde examinaba el problema de ser un intelectual y participar en la política al mismo tiempo.
Se unió al Partido Comunista Francés; se opuso al colonialismo de Francia en Argelia y a la guerra en Vietnam; junto con el filósofo y matemático británico Bertrand Rusell, organizó un tribunal con el propósito de exhibir los crímenes de guerra de Estados Unidos.
Fue un crítico contundente del estalinismo, por lo que escribió un programa que consideraba al socialismo de Estado como una libertad contradictoria del individuo, hasta su breve adhesión al Partido Comunista Francés, posteriormente de acercó a los maoístas.
Se solidarizó con los más importantes acontecimientos políticos de su época, como las manifestaciones por estudiantes en Francia de 1968; tuvo un acercamiento muy particular con la Revolución Cultural China y con la Revolución Cubana.
En la literatura se destacó por su escrito La náusea, de su trilogía Los caminos de la libertad, que retrata los eventos de la pre-guerra, siendo una aproximación más práctica y menos teórica al existencialismo.
Fue el décimo escritor francés en ser seleccionado para recibir el Premio Nobel de Literatura, pero fiel a sus convicciones y a su filosofía rechazó el premio, mandando una carta a la Academia Sueca, ya que los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente, sin pasar por las instituciones.
El escritor y filósofo francés falleció a los 74 años de edad en el hospital de Broussais; en su entierro más de 20 mil personas lo acompañaron hasta el cementerio de Montparnasse, en París.