(TOM PALOMARES)
"El voluntariado se basa en los valores de la solidaridad y la confianza mutua y trasciende todas las fronteras culturales, lingüísticas y geográficas. Al brindar su tiempo y sus conocimientos sin esperar una recompensa material, los propios voluntarios se sienten realizados, imbuidos de un extraordinario sentimiento de plenitud", dijo hace unos meses en un mensaje el exsecretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Y es que la Organización busca incentivar siempre el trabajo de los voluntarios pues estos ayudan a la consecución de sus objetivos, tanto a nivel local y nacional como internacional.
Por esos motivos y buscando hacer "visibles" los esfuerzos de las organizaciones y los propios voluntarios para la consecución de tales objetivos, la Asamblea General de Naciones Unidas instituyó, en base a su Resolución 40/212 del 17 de diciembre de 1985, el Día Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo Económico y Social, el cual se ha venido observando cada 5 de diciembre desde el año 1986.
La intención de la ONU es exhortar a sus estados miembros a "adoptar medidas para que se cobre mayor conciencia de la importante contribución de los voluntarios, estimulando así a más personas en todas las condiciones sociales a ofrecer sus servicios, tanto dentro de su propio país como en el extranjero".
El día es, pues, una "celebración" del compromiso y de la esperanza en un mundo mejor y tiene como objetivo principal "reconocer a los voluntarios y las organizaciones de voluntariado, así como sensibilizar sobre su labor. (...) Reconocer su compromiso, informar a la gente sobre el impacto del voluntariado en la paz y el desarrollo sostenible y, a su vez, rendirles homenaje por su dedicación y su impacto".
