ILUSTRACIÓN: TOM PALOMARES.
La violencia contra la mujer es considerada como un acto violento que se comete en contra del sexo femenino, dentro del cual se hace presente daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico.
Este fenómeno se ha convertido en un problema de salud pública tan alarmante que es considerado como delito, ya que a diario aumenta el número de personas que se convierten en víctimas o victimarios de esta situación, y en la mayoría de los casos es consecuencia de una falta de información sobre el tema.
Tan sólo en el estado de Coahuila, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), registró que durante el 2016 el 66.3% de las mujeres fueron víctimas de algún tipo de violencia, convirtiéndose en el octavo estado con mayores índice de ataques contra la mujer.
Este tipo de agresiones y abusos se hacen presente en diversos ámbitos, desde patrimonial hasta personal, en lo económico como en lo político, algo que también es preocupante dentro del tema es el poco o nulo conocimiento sobre ello. Existen diversos tipos de violencia, las cuales hay que tener presentes para reconocerlas, evitarlas o denunciarlas:
-Física: Causa daño visible o no en la mujer, hace uso de la fuerza física o de algún objeto o arma, por ejemplo; golpes, heridas, mutilaciones, etc.
-Sexual: Incluye los actos que se ejercen directamente sobre el cuerpo y la sexualidad de la mujer, por ejemplo: acoso, violación, explotación sexual comercial, etc.
-Psico-emocional: Daña la estabilidad psicológica o emocional de la mujer, por ejemplo; amenazas verbales, insultos, ofensas, etc.
-Patrimonial: Acciones malintencionadas que afectan el patrimonio de la mujer, por ejemplo; despojar de una herencia, robar o vender objetos personales,etc.
-Económico-laboral: Acciones que controlan o limitan las percepciones económicas, por ejemplo ; negar empleo, explotar laboralmente etc.
-Política: Afecta el derecho humano de las mujeres a ejercer el voto y a ser electas en los procesos electorales.
En cifras generales, INEGI muestra que el 66.1% de las mujeres en todo México han sufrido agresiones de tipo sexual, laboral, física y emocional durante el año pasado, de las cuales únicamente el 9.4% presentó alguna denuncia o queja siendo este un número que posiciona en focos rojos al país.