En contra. El excónsul Carlos González Castañón manifestó su desacuerdo por considerar la decisión unilateral. (ARCHIVO)
Carlos González Castañón, excónsul de España, dijo que la decisión del gobierno de Cataluña de separarse de España es una determinación que resulta ridícula, pues inmediatamente después de declarar la independencia, el presidente pide suspenderla para entrar en una fase de negociación.
Indicó que muchas empresas dejarán de establecerse en Cataluña por la incertidumbre que todo este proceso genera y consideró que no hay vías para este proceso.
El excónsul manifestó su desacuerdo por considerar la decisión unilateral del gobierno separatista encabezado por Carles Puigdemont, ya que se enarbolan argumentos donde se maneja a España como un Estado opresor y falto de democracia, lo que rechazó.
"España es un Estado que ha sido, en los últimos 40 años, un ejemplo de pluralidad, democracia y respeto a identidades históricas que tiene, el argumento es totalmente inaceptable", manifestó, "también si hablamos de derechos históricos, no hay, porque Cataluña nunca fue un país ni una Nación independiente, cuando España se forma fue a través de uniones de distintos reinos que formaban la Península Ibérica y no de represiones".
Refirió que ninguna nación apoya a Cataluña y que, en caso de separarse, quedaría fuera de la Unión Europea.
González Castañón dijo que se estima que cada 25 años hay un cambio de generación, lo que implicaría que cada quien tendría el derecho de reclamar por más de dos millones de ancestros propios, en más de 500 años de la historia de España, que han sido agraviados por los dos millones de ancestros del vecino, lo que consideró un argumento ridículo.
Indicó que las elecciones que se pretendieron realizar en Cataluña no contaron con la convocatoria hacia todo el pueblo, por lo que se ha dividido a la población, mientras que al resto de los españoles no se les ha tomado en cuenta.
González Castañón dijo que el español, por sí mismo, es la raza más mezclada del mundo, por lo que hay catalanes con orígenes de muchos otros países o de otras zonas de España, e incluso el propio presidente de dicha Nación está casado con una mujer de origen rumano.