Es la segunda Copa Sudamericana que conquista el Independiente de Argentina. (EFE)
El Independiente argentino, con un empate 1-1 a domicilio con el Flamengo, conquistó ayer el título de la Copa Sudamericana y repitió la hazaña de 1995, cuando ante el mismo adversario y también en el mítico Maracaná se quedó con el título de la Supercopa Sudamericana.
El "Rey de Copas", que había vencido por 2-1 en el partido de ida de la final la semana pasada en Buenos Aires, supo administrar en Río de Janeiro un empate que le permitió conquistar otro título internacional tras siete años de ayuno y sumar su segunda Copa Sudamericana a la que conquistó en 2010.
El club más popular de Brasil, que jugó a gusto en un Maracaná abarrotado al que asistieron 62.567 espectadores, de los que sólo 4 mil eran argentinos, abrió el marcador a los 30 minutos del primer tiempo por intermedio del joven Lucas Paquetá, su mejor jugador en la cancha.
La dicha duró poco porque el Independiente empató nueve minutos después con un penalti que sufrió Maximiliano Meza y convirtió impecablemente Ezequiel Barco.
Como campeón de la Sudamericana, el Independiente garantizó un cupo en la Libertadores del próximo año y tendrá derecho a jugar la Recopa Sudamericana frente al Gremio brasileño, flamante campeón de la Libertadores.
En la oportunidad más clara, a los 12 minutos, Felipe Vizeu hizo un pase de profundidad que Diego desaprovechó solo frente al portero, y dos minutos después Lucas Paquetá ingresó solo al área y, tras eludir a dos adversarios, tampoco supo definir.
A los 30 minutos el juvenil Paquetá aprovechó una confusión en el área tras el cobro de un tiro libre por parte de Diego para abrir el marcador y despertar a un Maracaná que parecía adormilado.
La euforia en el templo del futbol brasileño duró poco porque, tras un penalti que sufrió Meza cuando avanzaba hacia la portería del Flamengo, Ezequiel Barco cobró de forma imparable hacia la izquierda e igualó el marcador en el minuto 39.
Para la segunda mitad, el Flamengo volvió a volcarse sobre la portería del Independiente y llevó peligrosidad tanto con Paquetá como con Vizeu, peros los visitantes supieron defenderse con tranquilidad y comenzaron a cadenciar el partido y a demorar la puesta del balón en juego.
Rueda, urgido de una victoria, mandó a la cancha en el minuto 56 al joven Vinicius Junior, el fichaje millonario del Real Madrid, en el lugar del lateral peruano Miguel Trauco, con lo que se lanzó totalmente al ataque con cuatro delanteros.
Independiente percibió la vulnerabilidad en la zaga brasileña y comenzó a lanzarse en peligrosos contragolpes, en uno de los cuales Gigliotti por poco pone en ventaja a los visitantes con una vaselina que superó a César y que Juan sacó milagrosamente.
Durante prácticamente todo el segundo tiempo, el Independiente se dedicó a administrar el empate y a salir en contragolpes que silenciaban por segundos el Maracaná ante un Flamengo que insistió hasta el final y que llegó a tener cinco delanteros en la cancha, con la entrada de Everton Ribeiro.
Pero ni la presión dentro de la cancha ni el apoyo de la fiel hinchada en el Maracaná ayudaron al Flamengo a remontar la derrota que sufrió en Buenos Aires y a Rueda a ganar su primer título en Brasil.