Ventaja. Casi nadie acudirá a sostener las imputaciones que lo tienen tras las rejas a Eugenio Hernández. (ARCHIVO)
La Procuraduría de Tamaulipas llamó a declarar, en el juicio por peculado y lavado de dinero en contra del ex gobernador de Tamaulipas Eugenio Hernández, a los testigos entre el 19 y 22 de noviembre de 2013, cuando Egidio Torre era el gobernador.
Acudieron Aurelio Parra Bustos, chofer y asistente de Fernando Cano Martínez --presunto prestanombre del exmandatario Tomás Yarrington (1999-2005)-- y Casimiro Mora Vázquez, asesor financiero de Alberto Berlanga Bolado, extitular de Obras Públicas y presunto testaferro de Hernández (2005-2010).
Se presentaron también Ramiro Higuera Martínez y Edgardo López Munguía, quienes asesoraron legalmente, tanto a Cano como a Berlanga en la compraventa de los predios.
Los cuatro relataron tramos de una historia de corrupción que comenzó en 2002, cuando Yarrington vendió los bienes del patrimonio del Estado a Materiales y Construcciones Villa de Aguayo, empresa de Cano Martínez.
En 2007, el presunto prestanombres de Yarrington vendió dichos inmuebles a GMC Desarrollo Industrial Altamira, registrada a nombre de Alberto y Delia del Carmen Berlanga Bolado.
El testigo Mora Vázquez dijo en noviembre de 2013 al Ministerio Público que Berlanga Bolado lo había amenazado de muerte. Pasado el tiempo, él y los demás testigos tuvieron finales trágicos.
El 12 de mayo de 2014, Higuera Martínez se suicidó de un balazo en el Palacio de Gobierno de Tamaulipas, donde laboraba en la Secretaría de Finanzas.
El 12 de junio de 2016, Mora Vázquez fue plagiado y descuartizado; y el 16 de agosto de ese mismo año fue secuestrado López Munguía, cuyo cadáver apareció dos días después.
El 2 de noviembre de ese mismo año, Parra Bustos fue levantado y nunca más se supo su paradero.