Aunque sólo existen cuatro colores, cualquier país es libre de elegir la tonalidad que desee. (INTERNET)
Sólo existen cuatro colores de pasaportes en todo el mundo, y aunque no hay una norma específica que así lo dicte, tampoco existe hasta ahora un color fuera de la gama tradicional: rojo, azul, verde o negro.
El color siempre es de tonalidad oscura para disimular las marcas de desgaste y suciedad, aunque la diversidad de ese tono puede hacer que un mismo color de pasaporte tenga distintas variantes.
Sin un reglamento que así lo estipule, cualquier país puede elegir el color que prefiera, mientras el pasaporte pueda doblarse y resistir temperaturas de entre -10 y 50 grados centígrados, a humedades del 95%.
Las principales razones por las que un país elige su color varían desde cuestiones de política hasta la religión que se profesa. Por ejemplo, países musulmanes prefieren el verde porque es un color significativo para su religión.
Para Estados el color es azul, porque se relaciona directamente con su identidad nacional y uno de los colores de su bandera. Para Suiza, por ejemplo, es el rojo, y para México, el verde.