
Los juguetes artesanales contribuyen al fomento de las tradiciones mexicanas en las nuevas generaciones y por lo general, no cuestan más de 50 pesos.
Luchadores en un ring de plástico, carros de madera, trompo, canicas, yo-yo, perinola, balero, matraca, soldaditos verdes, son muchos los juguetes que los mayores de 30 años recuerdan de su infancia, que no requerían baterías, sino una gran imaginación.
Los tiempos han cambiado y los juguetes tradicionales han sido desplazados por los modernos, las generaciones actuales buscan la inmediatez, los estímulos constantes, los menores están acostumbrados a la información y se aburren con facilidad, por lo que hoy es más frecuente que Santa Claus regale videojuegos y otros dispositivos electrónicos.
"Los trompos y los juguetes así ya se venden muy poco, ya todo es más electrónico, ya no se le pone atención a estos juguetes, que son muy sanos, ya todo es de control remoto, tenemos mucho con los rings de luchadores y los yo-yos y casi no salen, se venden muy poco", comentó Beatriz Adriana, comerciante en el mercado Alianza.
La acompaña el pequeño Alonso, quien admite que no tiene idea de cómo se juega con los trompos o los yo-yos, ni tiene interés en aprender.
"Como papás, tienen que ponerse a pensar en lo que regalan, porque les compran tablets y los niños nomás van a estar todo el día viendo la pantalla, los juguetes tradicionales cuestan menos y los niños van a hacer ejercicio, no a estar nomás ahí sentados", dijo Beatriz.
Los nuevos juguetes cada vez son más atractivos y requieren de un menor esfuerzo, es decir, cada vez son más fáciles de utilizar, sin representar un desafío para los menores, como podría serlo insertar el balero o hacer suertes con el trompo.
"Con la Navidad, sube la venta de todos los juguetes, en general, pero mucha gente los busca como adornos, estos juguetes son muy buenos para los niños de 6 a 10 años, desarrollan mucho las habilidades mentales, al parecer", comentó Luis Ángel, vendedor del mercado Juárez.
Estos juguetes son considerablemente más económicos, la mayoría oscila entre los 20 y 50 pesos, además de que son elaborados en forma artesanal.
"Los niños buscan mucho los juguetes que tengan movimiento, los juguetes mexicanos ya casi no los quieren, pero es importante que le den la oportunidad a los artesanos porque si vieran todo el trabajo que se lleva un juguete de madera y la gente no lo aprecia", comentó Norma Valencia, vendedora en la Alianza, "las tiendas grandes han dejado ya de venderlos, pero los papás luego prefieren gastar más en juguetes de pilas que al día siguiente dejan de funcionar".
Viridiana Valdez Loera, psicóloga, explicó que se debe usar la tecnología como un soporte para el aprendizaje, pero no como un aprendizaje en sí, es decir, hay que permitir que se aburran los niños y que usen la imaginación lo más que puedan.
Consideró que actualmente la forma de pensar y actuar de los niños está influenciada por la tecnología, de modo que manejan todos los lenguajes digitales, desde celulares, tabletas, televisores inteligentes y computadoras. No obstante, esta hiperestimulación también provoca que sean impacientes y que quieran todo de inmediato.