Historias del señor equis y de su trágica lucha contra la burocracia.
El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis.
Acudió él. Iba temblando, pues nunca sabía qué esperar del Superior. Cuando lo tuvo en su Oficina le ordenó éste:
-Mueve el cenicero de mi escritorio. Pásalo del lado izquierdo al lado derecho.
El señor equis, confuso, obedeció.
-Ahora -le mandó el Funcionario- mueve también la pluma. Pásala del lado derecho al lado izquierdo.
Temeroso, el señor equis acató la orden.
-Toma ahora -le dijo el Superior- estas dos hojas de papel. La que está abajo ponla arriba, y la que está arriba ponla abajo.
El señor equis lo hizo.
Le dijo entonces, orgulloso, el Funcionario:
-¿Verdad que la Asamblea Nacional de Nuestro Partido ha traído consigo muchos cambios?
¡Hasta mañana!...