Me gustaría decir que mi ciudad amaneció hoy vestida de novia.
Pero eso ya se ha dicho.
Me gustaría decir que la cubrió un blanco sudario.
Pero eso ya se ha dicho.
Me gustaría decir que despertó bajo un albo y silencioso manto.
Pero eso ya se ha dicho.
Me gustaría decir que anticipadamente tuvimos una Blanca Navidad.
Pero eso ya se ha dicho.
Diré entonces solamente: "Ayer nevó en Saltillo".
Para decirlo no se necesitan más palabras que las muy silenciosas de la nieve.
En el momento en que esto escribo están hablando para mí.
Y lo que me dicen no se ha dicho nunca.
¡Hasta mañana!...