Lo días posteriores al nombramiento de José Antonio Meade como secretario de Hacienda, el siete de septiembre del 2016, escribimos en este espacio lo siguiente:
"La llegada de José Antonio Meade a la Secretaría de Hacienda fue gratamente recibida en los sectores financieros y productivos del país y del extranjero.
"A sus 47 años de edad, Meade ha logrado una carrera pública impresionante. Del 2011 a la fecha ha sido cinco veces secretario de estado, ocupando dos veces la titularidad en Hacienda".
En el artículo "Meade es la esperanza", comentamos que el entonces Secretario de Hacienda se sacó la "rifa del tigre en este final convulso del sexenio peñista" pero que de lograr un buen desempeño "el super secretario Meade podría convertirse en el héroe del actual drama sexenal".
No anduvimos, pues, tan errados hace más de un año cuando anticipamos la buena estrella que traía el funcionario de marras.
Dijimos algo más que en aquel momento pudo parecer una locura:
"El cinco veces secretario de estado nos recuerda a Ernesto Zedillo, quien de la Secretaria de Programación y Presupuesto pasó a la Secretaría de Educación, luego a la coordinación de campaña de Luis Donaldo Colosio, para después suplirlo como candidato, ganar las elecciones y convertirse en presidente de México.
"Ante la caballada flaca -añadimos-, Meade podría emular la trayectoria de Zedillo, pero antes deberá sacar al país del estancamiento al que lo llevó Luis Videgaray y compañía. Por si acaso habrá que preguntarle a Meade si posee credencial del PRI".
Advertimos en dicho escrito que un factor en contra podría sacarlo de concentración: "ser considerado a partir de ahora como uno de los más fuertes presidenciables del gabinete al lado de Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño Mayer y Luis Enrique Miranda, nuevo titular de Sedesol".
Pero no ocurrió así para beneficio del PRI, de Peña Nieto y del propio Meade que hoy celebran su virtual nominación como candidato del PRI a la Presidencia de la República.
En definitiva, José Antonio Meade a pesar de no ser militante del tricolor, es la mejor carta de dicho partido para jugarse la grande en el 2018.
Nade puede saber a ciencia cierta si va a ganar ni tampoco como será su actuación en caso de llegar a Los Pinos. Decía el ex ministro de Hacienda, Jesús Silva Herzog, que manejar las finanzas públicas de México era una tarea inmensamente difícil, pero que dirigir al país resultaba muchísimo más complejo.
¿Podrá, pues, Meade con el enorme paquete que tiene por delante?
El PRI de Peña Nieto consiguió con el "destape" de Meade recuperar una parte de la popularidad extraviada. A pesar de que se siguió la fórmula anacrónica del "dedazo", el elegido es cuando menos un funcionario probo, preparado, con experiencia y además apartidista.
Sin embargo, la historia de la sucesión del 2018 apenas comienza a escribirse, habrá que seguir de cerca la evolución de esta precandidatura y luego de la campaña formal.
Será clave conocer al equipo de colaboradores que rodeará a Meade y sus postulados en temas tan preocupantes como la violencia, la corrupción y la impunidad que privan en México.
Ya sabemos su pensamiento en materia económica, efectivamente será más de lo mismo pero esperamos que de llegar Meade a la presidencia las finanzas se manejen con mayor disciplina, pulcritud y honestidad.
Estamos hartos en México de los desmanes de los funcionarios públicos de todos los niveles, especialmente de los gobernadores y secretarios de estado que han dejado evidencias escandalosas de la corrupción galopante que vive el sector público.
La gran pregunta será si Meade podrá sacudirse de los compromisos transexenales que se pactan al interior del PRI o si por el contrario hará valer en su momento su independencia y honestidad.
Por lo pronto valga reconocer el acierto del PRI y de Peña Nieto al designar como precandidato presidencial a un ciudadano de prestigio profesional, y hasta ahora, de solidez moral.
NOTICIAS FINALES...
El Frente Ciudadano por México que integran PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, tendrá que revisar sus planes y estrategias ante la decisión del PRI que sin duda hará cambiar el discurso de la oposición... No es lo mismo atacar al gobierno desprestigiado de Peña Nieto que a un candidato que cuenta con una buena imagen... Nada difícil sería que esta coalición de partidos tenga que recurrir a un candidato presidencial con mayor visibilidad y trayectoria pública como Miguel Ángel Mancera o incluso Margarita Zavala.
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