Beverly Ramos, de Puerto Rico, durante el maratón de Nueva York. (AP)
Beverly Ramos llevó en la cabeza una cinta con los colores de la bandera de Puerto Rico y la ovacionaron a lo largo del trayecto del Maratón de Nueva York.
Ramos, que compitió en dos Juegos Olímpicos, entrenó en Puerto Rico a pesar de los dos devastadores huracanes que azotaron la isla en menos de un mes. La localidad de Trujillo Alto, donde vive cerca de San Juan, se quedó sin electricidad y agua potable después de que el huracán María tocó tierra el 20 de septiembre.
Ramos tuvo una cálida bienvenida en particular en el Bronx, donde residen numerosos puertorriqueños. Algunos incluso corrieron para acompañarla o animarla. Ramos, de 30 años, completó la prueba en 2 horas, 46 minutos, 45 segundos y terminó en el lugar 24to.
"Vino mucha gente con sus banderas y las agitaban a mi paso", declaró Ramos. "Intenté compenetrarme más con el espíritu de la carrera, el ambiente y la energía".
Ramos dijo que la organización New York Road Runners, la compañía que le suministra las zapatillas y su entrenador en West Point le ofrecieron que se preparara en suelo continental de Estados Unidos. Pero prefirió quedarse en la isla en apoyo al pueblo puertorriqueño, su familia y dos hermanas.
"Las propuestas se hicieron y fueron muy cordiales", afirmó la deportista, "pero me vino a la cabeza que no podía huir de los acontecimientos. Era importante enfrentar la crisis".
Ramos se enfermó, no durmió bien y tuvo escasas opciones alimenticias en la isla. Ramos asegura que el recorrido de 42.1 kilómetros le pareció menos abrumador que soportar las secuelas de María e Irma, el otro huracán.